Respuestas
Respuesta:A comienzos del siglo XVIII, Augusto el Fuerte, elector de Sajonia y rey de Polonia, encerró a Johann Friedrich Böttger en su laboratorio ordenándole que fabricara oro. El joven alquimista fracasó en la empresa, pero contribuyó a la creación de una sustancia más bella y útil: la porcelana. Y como en los cuentos que tienen final feliz, el rey quedó muy satisfecho. En efecto, el mundo estaba dejando de ser feudal para entrar en la sociedad de consumo y era sumamente costoso importar esa preciosa mercadería de China, país más avanzado técnicamente, para alimentar la creciente apetencia de lujo y belleza que se daba en Europa. La nueva porcelana de Meissen pronto se arrancó de las manos, el dinero empezó a llenar las arcas reales y el monarca, en señal de agradecimiento, elevó a Böttger del rango de simple preparador de farmacia al de barón.
Explicación:
Usaron la alquimia