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A cada lado de la carretera principal que atraviesa la provincia de Cotopaxi se observan, además de pastizales, fábricas de lácteos, cultivos de brócoli, plantaciones de flores y empresas metalmecánicas. El 15 de agosto pasado se alteró la convivencia en esa provincia con el despertar de un vecino que había estado silencioso: el volcán Cotopaxi. Ese día, al que algunos empresarios de la zona llaman el ‘sábado negro’ se produjeron emisiones de ceniza y gases, e incluso hubo evacuaciones en Latacunga y en comunidades cercana a esa ciudad. Molinos Poultier es uno de los testigos más antiguos de la actividad volcánica del Cotopaxi. La firma nació en 1865 en Latacunga, como el Molino Cunugyacu. Esta iniciativa textil fue destruida por uno de los lahares provenientes de la erupción registrada en 1877. La alerta amarilla decretada el mes pasado “es una condición a la que tenemos que acostumbrarnos”, dice Patricio Eastman, gerente general de esta empresa. Esta compañía tiene una capacidad de producción de 40 000 sacos de trigo al mes y se suma a las 1 767 firmas que elaboran productos alimenticios, bebidas, textiles, madera, papel, metales, entre otros en Cotopaxi, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Además, Molinos Poultier forma parte del sector manufacturero de la provincia, que representa cerca del 38% de la actividad económica, según la Prefectura. Le siguen la agricultura y ganadería con el 21% y el comercio con el 12%. Para Jorge Guamán, prefecto de Cotopaxi, el sector con mayor dinamismo es el cultivo de flores. Esta actividad, según el Banco Central, creció sostenidamente entre el 2008 y el 2013: sus ventas pasaron de USD 119 millones a 206 millones. La actividad del volcán ahora preocupa al sector. Carlos Gómez, titular de la Corporación de Floricultores del Sur y gerente financiero de la floricultura Naranjo Roses, explica que hoy se cuentan 500 hectáreas destinadas principalmente a la exportación de flores. Ampliar El grupo Ecuaplanet tiene dos fincas floricultoras ubicadas cerca de Lasso, Latacunga. Foto: María Isabel Valarezo / EL COMERCIO Las pérdidas que ocasionarían posibles lahares volcánicos serían de USD 125 millones aproximadamente, calcula Gómez. Por eso, todas las semanas se reúnen con las autoridades de la provincia para dar seguimiento a los planes de contingencia de las floricultoras que están en zona de riesgo. Naranjo Roses registró ventas de USD 3 millones en el primer semestre del 2015, un monto mayor comparado a los 2,8 millones que produjo en igual lapso del 2014. Esta firma tiene 38 hectáreas de producción entre Lasso y Latacunga y suma 360 trabajadores. El sector floricultor no sería el único afectado, en caso de una erupción. Las actividades ganaderas, agrícolas, de caza y silvicultura también podrían estar comprometidas. Según el último censo agropecuario del INEC del 2013, en Cotopaxi se registra el 6% de ganado del total nacional. Es decir, que en la provincia hay 620 983 cabezas de ganado.(vacuno, porcino, ovino, etc). A escala país se cuentan 5,1 millones, según el INEC. Teófilo Carvajal, titular de la Federación de Ganaderos del Ecuador (Fedegan), señala que la caída de ceniza sobre el ganado en Lasso o Mulaló, por ejemplo, puede tener una afectación negativa a largo plazo en la producción de leche. Sin embargo, puntualiza que las empresas de la zona, al ser tecnificadas, guardan reservas para abastecer la demanda. En Cotopaxi se producen a diario 498 043 litros de leche y se ubica como la cuarta de mayor producción luego de Pichincha, Manabí y Azuay. La Fedegan tomó acciones preventivas como pedido de pastos y alimentos para ganado. El Ministerio de Agricultura, en su plan de contingencia, contempla la protección de 16 500 hectáreas y 20 000 bovinos. Alrededor de USD 1,6 millones se destinarían para la reactivación agrícola y alimentación del ganado afectado. La posible erupción del volcán afectaría a cerca de 100 empresas entre pequeñas, medianas y grandes de Mulaló, Tanicuchi, José Guango Bajo, Alaquez, Belisario Quevedo y Salcedo, según el Magap. En el sector comercial también existe incertidumbre por la actividad volcánica. Iván Delgado, presidente de la Asociación de las Cámaras del Cotopaxi (Acapro), manifiesta que este sector presenta un decrecimiento de alrededor del 5% al 10% en el primer semestre del 2015. Esto por la situación económica del país. A esta coyuntura se suma la preocupación por el volcán que influyó en movimientos económicos en julio y agosto pasados, de USD 2,4 y USD 4,9 millones. En contexto La provincia de Cotopaxi aporta al Producto Interno Bruto nacional con cerca del 1,6% según estadísticas del Banco Central del Ecuador. Los principales sectores son la agricultura, las industrias manufactureras y el comercio.
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