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Respuesta:
Manejo de balón
Los jugadores tienen que ser capaces de desplazarse por la pista sin necesidad de mirar el balón, ya que limitaría su juego y no podrían ver otras ventajas que se produzcan. Además, como ya hemos comentado en otro artículo, es básico que dominen las dos manos por igual a la hora de controlar el bote.
Para ello, además de enseñarles los diferentes tipos de cambios (por delante, entre las piernas, por la espalda y en reverso) hay que insistirles en que cada uno de ellos debe ir acompañado de un cambio de dirección y ritmo. Es importante incidir en estos dos detalles, porque muchas veces hacen el cambio al mismo ritmo y no sacan ninguna ventaja. Se puede trabajar poniendo obstáculos ante los que tengan que parar y cambiar de dirección y ritmo. Para que los jugadores más jóvenes lo vean más claro, se les puede hacer hincapié en cada ante cada obstáculo, cuando vayan a ejecutar el cambio de mano, den primero un bote horizontal y salgan con uno vertical, así pueden ver la diferencia claramente.
En cuanto a la mecánica, los jugadores desde pequeños tienen que saber que al baloncesto se juega flexionado. De ahí que cuando boten tienen que estar también algo flexionados, controlando el balón con las yemas de los dedos y no con la palma de la mano, dirigiendo ellos donde quieren que vaya el balón y no al revés.
Bote efectivo
Tienen que saber que cuando boten tiene que ser para algo, no botar por botar y menos en el sitio sin obtener ninguna ventaja. Para ello es bueno enseñarles que no hay diferentes tipos de bote y que no es lo mismo un bote de velocidad que un bote de protección o de progresión.
Es bueno trabajar con ellos ejercicios en los que se diferencien ambos tipos de bote y que ellos sean conscientes de la diferencia. Tratar de llegar de un lado al otro del campo con el menor número de botes para trabajar el bote de velocidad. Ponerles obstáculos en su camino y que tras un bote de progresión tengan que parar en uno o dos tiempos, realizando un bote de protección y volver a salir con otro bote de progresión hasta la siguiente parada. Se puede realizar con una sola mano o ir intercambiando en cada parada y bote de protección un cambio para continuar.
Todo ello, con la intención de que vean que no se puede botar igual en todas las situaciones, ni que el balón debe ir siempre en la misma posición con respecto al cuerpo, ya que para avanzar más rápido tienen que llevar el balón más adelantado.
Objetivos del bote
O por exceso o por defecto, muchos jugadores abusan del bote sin tener claro con qué finalidad. Tienen que saber que cuando botan lo hacen por algo y que hasta que no consiguen su objetivo no pueden parar de botar, porque ahí es cuando se producen las violaciones o las pérdidas de balón.
La mayoría de las ocasiones en las que se usa el bote es para trasladar el balón de un lado al otro del campo, pero también tiene otras finalidades. Se emplea para superar al defensor en el uno contra uno. Aquí es importante hacer ver al jugador que cuando supere al defensor tiene la opción de ir a canasta o penetrar para doblar el balón a un compañero. Además, hay que insistirles en el uso del bote para mejorar la línea de pase. Esta quizá sea la opción menos utilizada y con la que podrían sacar una mayor ventaja, perdiendo menos balones. Se puede trabajar obligando al pasador a realizar un desplazamiento con bote para mejorar la línea de pase, bien poniendo un defensor al receptor o a ambos jugadores.
Explicación:
Lo primero que hace un niño cuando le das un balón es botarlo, haya o no entrenado alguna vez. La inercia les lleva a ello. Y eso, hay que aprovecharlo. Desde el principio hay que orientarles en cómo hacerlo, aunque dejándoles libertad para realizarlo. Pero a medida que van avanzando y progresando es importante ir haciéndoles ver qué uso deben de darle al bote y con qué finalidad.
Y pues como comer la pelota? Pues si tienes el estómago para soportar eso pues adelante :vvvv