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Respuesta:
Evolución del caso:
Durante el seguimiento del paciente en nuestra Unidad de Salud Mental Comunitaria se han realizado intervenciones diversas de educación para la salud y técnicas de entrevista motivacional en consulta individual y familiar relacionados con hábitos de vida saludables de alimentación, ejercicio físico. Se ha incluido al paciente en programas grupales de promoción de estilos saludables de vida y de abadono del hábito tabáquico. Otra intervención ha consistido en fomentar la socialización animándole participar en actividades grupales y asociativas. Todas éstas actuaciones apenas han conseguido cambios hacia hábitos de vida más saludables, ni mejoras en su funcionamiento social. Cómo aspecto positivo reseñar que la adherencia al tratamiento farmacológico se ha mantenido con la asistencia regular para la administró del antipsicótico depot administrado por vía intramuscular, manteniendo controlada la sintomatología positiva y evitando situaciones de descompensación e ingresos den al Unidad de Hospitalización de Salud Mental.
Reflexión final
Existe suficiente conocimiento para afirmar que las personas que presentan enfermedades mentales y, en particular trastornos mentales graves, como la Esquizofrenia, tienen asociadas tasas de prevalencia más altas de problemas somáticos, de mortalidad para determinadas patologías y una esperanza de vida menor que la población general.(7,8,9) Esta mayor morbimortalidad se debe en muchos casos a la aparición de patologías concurrentes, cuya prevención, diagnóstico y tratamiento se ve dificultada por el hecho de padecer una enfermedad mental. Los elementos que contribuyen a favorecer este tipo de trastornos físicos asociados se relacionan con una mayor prevalencia de estilos de vida no saludables; con factores de la propia enfermedad; con los tratamientos farmacológicos y con la menor accesibilidad de estas personas a una atención sanitaria continuada y adecuada a sus necesidades, debido principalmente al estigma(7).
En éste caso la importante presencia de la sintomatología negativa propia de la Esquizofrenia en el paciente con; apatía, abulia, insociabilidad y tendencia al aislamiento, hacen difícil trabajar la motivación para adoptar los cambios hacia hábitos de vida saludables, para mejorar su estado de salud y calidad de vida. Esta dificultad nos la encontramos en la consulta individual, y también nos encontramos con dificultades relacionadas con la manifestaciones piscipatológicas para integrar al paciente en grupos de promoción de hábitos de vida saludables, o en grupos encaminados a la realización de actividades ocupacionales, deportivas o de ocio. En el plan de cuidados se reflejan intervenciones dirigidas hacia al adquisición de hábitos de vida saludables en lo que se refiere a alimentación y ejercicio físico, no se entra en otra cuestiones como el hábito tabáquico por ejemplo, debido a la necesidad de priorizar nuestra intervención Enfermera. Si en el futuro conseguimos mejorar en nuestro objetivos, de cambios de hábitos saludables de alimentación y ejercicio, se podría intervenir en una mejor posición sobre hábitos tóxicos, cómo el tabaquismo, en este caso.
A pesar de los escasos conocimientos sobre la enfermedad y de la dificultad para generar cambios beneficiosos para su salud, de alguna manera es consciente de que padece un problema de salud mental que requiere de tratamiento farmacológico y siempre ha cumplido con esta parte de su régimen terapéutico, y con la asistencia a las consulta de seguimiento de enfermería.