Respuestas
Respuesta:
. La Iglesia no desea el poder político ni apoyar en él su acción pastoral y, por consiguiente, no entra en el juego de los partidos políticos. Más aún, deseamos que la Iglesia en cuanto tal, en conformidad con la doctrina conciliar, y teniendo en cuenta nuestra experiencia histórica, se mantenga en una actitud de independencia respecto a los distintos partidos políticos.
2. Los cristianos tienen obligación de participar en la política.
3.Nadie debe pretender que su posición sea la única válida según el Evangelio.
4. Los cristianos deberán excluir todo apoyo a aquellos partidos o programas que sean incompatibles con la fe, como, por ejemplo, los que pretenden construir un modelo de sociedad determinada en la que se suprimen los derechos fundamentales y las libertades del hombre, o en la que el lucro sea el motor esencial del progreso económico, la concurrencia de ley suprema de la economía y la propiedad privada de los medios de producción un derecho absoluto. Igualmente, no deberán colaborar con los que empleen la violencia, el odio y la mentira para conseguir sus fines.
5.Consideramos que tanto los obispos como los sacerdotes y los religiosos no deben asumir funciones de militancia activa y de liderazgo en los partidos políticos.
6. La Iglesia, en la medida de sus posibilidades, y utilizando siempre medios conformes con el Evangelio y de acuerdo con su misión temporal, no puede menos que:
Explicación:
Defender los derechos humanos de todos los ciudadanos.
- Apoyar a los más pobres, débiles y marginados.
- Promover integralmente el desarrollo de la persona humana.
- Ser conciencia crítica de la sociedad y de los propios partidos políticos.
- Formar la conciencia cristiana de los creyentes sobre la política.
- Trabajar por la causa de la paz y de la justicia.
- Relativizar las ideologías.