Respuestas
Respuesta:
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludo a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: "¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá."
María dijo: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia para siempre." María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.
Lucas 1:39-42,46,53-56
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Reflexiones sobre la lectura de hoy
Cuando las dos por-ser-madres se encuentran, Juan, aún en el seno de Isabel, reconoce a Jesús en el seno de María, y salta de alegría. Inspirada por el Espíritu Santo, Isabel declara a María como las más bendita entre todas las mujeres. La respuesta de María es el canto de alabanza a Dios, en las palabras de Ana en 1Samuel 2:1-10. Podemos reflexionar, como María, en la riqueza de estas palabras.
María, muéstranos como obtener algo de tu serenidad, de tu total aceptación de los designios de Dios para tu vida. María estaba totalmente abierta a Dios. Intercede por nosotros frente a tu hijo para que nosotros también podamos encontrar el coraje de decir: “Que sea hecho en mi de acuerdo a tu voluntad”.
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Cuando las dos por-ser-madres se encuentran, Juan, aún en el seno de Isabel, reconoce a Jesús en el seno de María, y salta de alegría. Inspirada por el Espíritu Santo, Isabel declara a María como las más bendita entre todas las mujeres. La respuesta de María es el canto de alabanza a Dios, en las palabras de Ana en 1Samuel 2:1-10. Podemos reflexionar, como María, en la riqueza de estas palabras.
María, muéstranos como obtener algo de tu serenidad, de tu total aceptación de los designios de Dios para tu vida. María estaba totalmente abierta a Dios. Intercede por nosotros frente a tu hijo para que nosotros también podamos encontrar el coraje de decir: “Que sea hecho en mi de acuerdo a tu voluntad”.
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