Respuestas
Respuesta:Dos grandes grupos, el de agua salada y el de agua dulce, engloban a los distintos tipos de ecosistemas acuáticos de la Tierra.
Los ecosistemas marinos o de agua salada son muy variados y con una enorme riqueza de flora y fauna. Las diferencias vienen marcadas sobre todo por la profundidad de sus aguas y que conforman cuatro variantes:
Zona de intermareas, donde mares u océanos contactan con la tierra firme, tanto en superficie como subterráneamente. Son áreas de mucho movimiento y erosión, por lo tanto, caracterizadas por el cambio constante.
Zona pelágica. Desde la superficie oceánica hasta los 100 metros de profundidad. Su temperatura es la más elevada y es la más densamente poblada.
Fondo oceánico. De los 100 a los 4.000 metros. A medida que se baja, las temperaturas son más frías y hay más oscuridad.
Zona abisal. A partir de los 4.000 metros. Sin luz, altas presiones y baja presencia orgánica.ç
Los ecosistemas de agua dulce son los grandes perjudicados del cambio climático, afectados directamente por la sequía, el aumento de la temperatura y la acción del hombre. Se caracterizan por su baja salinidad y el movimiento de sus aguas, dando lugar a:
Humedales. Zonas terrestres que permanecen inundadas gran parte del año, aunque también puede protagonizar grandes periodos de sequía. También se consideran ecosistemas mixtos por ser punto de encuentro entre los acuáticos y terrestres y de agua dulce y salada como en los deltas, estuarios o marismas.
Lénticos. Aguas tranquilas, casi sin movimiento y poco caudal. Con mucha materia orgánica en suspensión. Son los lagos, estanques y lagunas.
Lóticos. Con corrientes de aguas, más o menos veloces, donde conviven gran variedad de especies (anfibios, insectos, peces, aves, entre otros). Son los ríos, arroyos, riachuelos, etc.
Explicación:
Hay que destacar, que después de analizar las principales características de los ecosistemas acuáticos, que son una de nuestras principales fuentes de provisión de alimentos, energía e, incluso, oxígeno.