Respuestas
Respuesta:
Para Belgrano era su posible apoyo y cuando llegó la hora de las derrotas decisivas de Vilcapugio y Ayohuma se convirtió en su única esperanza. Pedirá entonces al gobierno la designación de tropas auxiliares al mando de San Martín “desprendiéndose de su amor propio” como lo confiesa en carta a Arenales. Nadie ponía en duda que se necesitaba un hombre prudente, mesurado, de profundos conocimientos técnicos y estratégicos, capaz de organizar un frente defensivo al avance realista y con quien quizás se podía lograr hacerlo retroceder.
Sólo San Martín reunía esas condiciones. La situación de Belgrano era grave en extremo: un general derrotado, un hombre vencido, más que por sus fracasos militares, por la amargura de comprender que dirigía un ejército en el cual había cundido la decepción, el desorden, la rebeldía y toda clase de vicios, en una palabra: el caos. Desacreditado casi para todos, sólo un hombre lo juzgaba equitativamente y era ése, precisamente, el que tenía que reemplazarlo.
Explicación:
Dos meses más tarde iniciará la gesta gloriosa que concluirá con el dominio español en el Perú y posibilitará la concreción del ideal perseguido por ambos durante seis años de ejemplar amistad. Se cumplirá el vaticinio de Belgrano que había afirmado que correspondía a San Martín el poner fin a la gran causa. El ejemplo es claro y habla por sí mismo. La amistad es un sentimiento que ennoblece al ser humano. Su acción une las almas, acorta distancias, borra diferencias materiales.
Y cuando esa amistad tiene por objetivo la persecución de un ideal superior, sus efectos alcanzan dimensiones insospechadas, cercanas a lo religioso y ayudan a sobrellevar el dolor y la adversidad. Nuestros dos próceres máximos fueron amigos, se unieron en el objetivo de lograr la libertad y, robustecidos por el sentimiento de amor a la Patria aunaron esfuerzos y lucharon por él. Conocieron las penurias, la estrechez económica, la maledicencia y la calumnia, olvidaron en la lucha males físicos y espirituales y emergieron de ella victoriosos, ennoblecidos, purificados en el recuerdo de las generaciones posteriores. La amistad que los unió, constituye un ejemplo más que nos legaron.