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El cuento llamado "El Milagro de Fray Justo", de Adela Zamudio, nos narra un fragmento en la vida del sacerdote Justo, quien era considerado un santo por su generocidad y buenas acciones, lo cual lo hacía merecedor de respecto por parte de toda la comunidad.
Como parte de sus funciones, hacía de consejero espiritual, por lo que dos mujeres acudieron a él, en busca de recomendaciones para sus matrimonios en crisis. Una de ellas, Genoveva, de carácter suave y dulce, era irrespetada por su esposo, y la otra, Pacífica, era la antítesis de su nombre, y sometía a todo tipo de humillaciones públicas a su esposo.
Incapaz de encontrar una solución, Fray Justo rezó por un milagro, y en sueños, Santa Rita de Casia le dijo que su milagro había sido concedido por su alma generosa.
Al día siguiente, ambas mujeres intercambiaron sus conductas, y esto provocó crisis. Genoveva le habló con firmeza a su esposo, poniéndolo en su lugar y este perdió el control y la golpeó en forma salvaje y la culpa lo hizo reaccionar, y Pacífica fue tan dulce y complaciente que su esposo de pronto se percató de que eso era lo que quería de la relación, por lo que cuando ella volvió a tener su mal carácter, él se impuso.
A partir de allí, la dinámica de ambos matrimonios cambió para mejor, y nadie supo que fue gracias al milagro del Fray Justo.
Respuesta:
Gracias me ayudaste mucho
Explicación:
En serio gracias