Respuestas
La relación acto y potencia, según la filosofía de Aristóteles, está determinada por la capacidad o posibilidad de la “sustancia” de cambiar a una nueva forma de su ser.
En esta teoría es importante entender que el acto es anterior a la potencia y de ahí que la potencia está determinada por un acto como se ven en los siguientes diez ejemplos:
1. Un niño puede llegar a ser un hombre, por lo tanto, un niño es un niño en acto, pero un hombre en potencia.
2. Una semilla puede llegar a convertirse en un árbol, por lo tanto, una planta es una semilla en acto, pero un árbol en potencia.
3. Un huevo puede llegar a convertirse en una gallina, por lo tanto, una gallina es un huevo en acto, pero una gallina en potencia.
4. Una estudiante puede convertirse en un arquitecto, por lo tanto, es un estudiante en acto, pero un arquitecto en potencia.
5. Una oruga puede convertirse en mariposa; por lo tanto, es una oruga en acto, pero una mariposa en potencia.
6. Un pedazo de mármol puede convertirse en escultura; por lo tanto, es un pedazo de mármol en acto, pero una escultura en potencia.
7. Un ladrillo puede convertirse en un castillo; por lo tanto, es un ladrillo en acto, pero un castillo en potencia.
8. El barro puede convertirse en un recipiente; por lo tanto, es barro en acto, pero un recipiente en potencia.
9. Un lienzo de tela puede convertirse en una pintura; por lo tanto, es un lienzo de tela en acto, pero una pintura en potencia.
10. Un adulto puede convertirse en anciano; por lo tanto es un adulto en acto, pero un anciano en potencia.
Una explicación más extensa sobre el ser acto y ser potencia la encuentras en el siguiente enlace:
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