Respuestas
Respuesta:
Esos cambios en la temperatura externa de nuestro organismo, es evidente que es registrado por éste porque se tiene que adaptar a él. Seguro que muchos ustedes se han preguntado alguna vez como nuestro organismo detecta esos cambios de temperatura.
La temperatura óptima para el funcionamiento de los procesos fisiológicos de nuestro cuerpo se sitúa alrededor de los 36,5 ºC, que es la temperatura normal de nuestro cuerpo. Esa temperatura que consideramos normal, es la que necesitan muchos de nuestros procesos biológicos para trabajar de forma correcta. En las células que forman nuestros órganos tenemos enzimas, transportadores de moléculas y un largo etcétera de lo que podemos considerar las máquinas que regulan la actividad de nuestras células, que requieren para su correcto funcionamiento 36,5ºC.
El cuerpo tiene mecanismos para regular y modular nuestro calor corporal y que este se vea lo más mínimamente afectado posible por los cambios de temperatura ambiental.
El encargado de regular la temperatura corporal es el hipotálamo. Su misión es mantener la temperatura entorno a esos 36,5 ºC. El hipotálamo forma parte de nuestro cerebro. Aparte de encargarse de la regulación corporal de nuestro organismo, en el hipotálamo también se regulan conductas, como la alimentación y la ingesta de líquidos.
Para mantener esa temperatura el organismo intenta equiparar la producción de calor de producido por nuestros sistemas biológicos con las pérdidas de ese mismo calor. Así por ejemplo, cuando hace mucho calor el hipotálamo detecta que nuestro cuerpo se calienta intenta compensarlo mediante dos mecanismos fundamentales, la sudoración y la vasodilatación de nuestros vasos sanguíneos periféricos (por ejemplo los que irrigan brazos y piernas). Cuando la temperatura externa baja de forma extrema, nuestro cuerpo pierde calor lo que hace que nuestra temperatura interior baje. Entonces el organismo pone a trabajar con mayor intensidad diferentes procesos metabólicos para que se genere calor y produce en este caso vasoconstricción periférica con el fin de conservar el calor en los órganos principales.
Nuestro cuerpo también tiene una serie de receptores que responden al calor y al frio. Son los llamados termorreceptores. Los termorreceptores son un grupo de células nerviosas especializadas que sienten el calor y el frío. Los que sienten el calor se llaman corpúsculos de Ruffini y los que sienten el frío corpúsculos de Krause. Los termorreceptores se localizan en diferentes partes de nuestro cuerpo. Por ejemplo tenemos termorreceptores en la piel, las cavidades nasales, en la vejiga y en la lengua. También hay termorreceptores de frío en la córnea, estos son los que provocan la formación de lágrimas con el frío.
Cuando se activa un termorreceptor, envía una señal eléctrica a la médula espinal y desde allí llegará al cerebro. ¿Por que utiliza el organismo la señal eléctrica para transmitir la sensación de frio o calor?. Porque es casi instantánea ya que viaja a la velocidad de la luz.
Los cambios bruscos de temperatura no suelen beneficiar mucho la salud. Los casos de resfriados y alergias respiratorias aumentan debido a los cambios bruscos de temperatura. Nuestro sistema inmunológico se tiene que adaptar a estos cambios de temperatura y en eses momento los virus aprovechan para invadir nuestro organismo. También se ha publicado que los cambios bruscos de temperatura pueden producir espasmos coronarios y con ello un mayor número de infartos de miocardio o anginas de pecho. Así según un artículo publicado en la revista British Medical Journal, la reducción de un grado centígrado en las temperaturas está directamente relacionado con un aumento del 2% en el riesgo de infarto de miocardio.