Respuestas
1. El fracking implosionó el mercado. La fracturación hidráulica ha sido uno de los factores más importantes para explicar la actual crisis del petróleo. En un mercado dominado durante años por los países de la OPEP, la apuesta del gobierno de Obama por esta técnica que tritura rocas subterráneas para extraer hidrocarburos (el llamado shale oil, o petróleo de esquisto) ha permitido a Estados Unidos, en apenas cinco años, pasar de ser el mayor importador neto del mundo... a convertirse en el primer productor mundial de petróloe por delante de Arabia Saudí.
2. Exceso de oferta de petróleo. Junto a la demanda timorata, es uno de los dos motivos principales que explican la caída de valor del barril. La OPEP, consciente de la competencia estadounidense, decidió en 2014 sacrificar el precio del crudo a cambio de mantener su cuota de mercado. Ese exceso de oferta en el mercado —pensaban los países del cártel, liderados por Arabia Saudí— hundiría los precios hasta un nivel insoportable para los productores del fracking. Pero si bien es cierto que muchas plataformas de fracking han echado el cierre, el aprendizaje tecnológico ha permitido a otras seguir adelante. Los árabes pensaban que por debajo de 50 dólares (el precio que los expertos consideran como límite para que la fracturación hidráulica sea rentable) tendrían la batalla ganada porque a ellos producir un barril solo les cuesta 10 dólares. Pero de momento, no es así. Según la Asociación Internacional de la Energía (AIE), la producción de petróleo de los países ajenos a la OPEP solo cae en 0,6 millones de barriles diarios en 2016. Y el mercado sigue saturado. La oferta sigue superando en 1,5 millones de barriles a la demanda, según los datos de esta organización, y eso sigue tirando el barril a la baja hasta precios que, según diversos analistas, podrían caer incluso hasta los 10 dólares. "Este juego no acabará hasta que Arabia Saudí recupere la cuota de mercado perdida, en torno al 42% del conjunto de la OPEP en 2012", vaticina Tomás García-Purriños, analista de MoraBanc AM.
3. Irán: más crudo en circulación. El mercado del petróleo tendrá en breve a un nuevo jugador fuerte en el mercado. Uno que posee las cuartas mayores reservas de petróleo y las segundas de gas. "Pondremos medio millón de barriles diarios adicionales en el mercado de forma inminente", anunció hace unos días el viceministro iraní de petróleo, Amir Hossein Zamaninia, tras decretarse el fin de las sanciones de Occidente por el cese de sus aspiraciones nucleares. En 2012, antes de las sanciones, Irán exportaba 2,6 millones barriles diarios. Pero durante los años de castigo internacional se redujeron a la mitad: 1,3 millones de barriles. Los países asiáticos y europeos eran antes del bloqueo los principales clientes del crudo iraní. España, por ejemplo, importaba 4.000 millones de euros anuales en petróleo del régimen de los ayatolás, que se redujeron a solo 85 millones en 2013.
4. La demanda no se recupera y China se desacelera. Si el exceso de oferta de petróleo ha sido un lastre para el precio del barril, tampoco la demanda ha funcionado como se esperaba. La desaceleración de China —creció en 2015 al 6,9%, su menor tasa en 25 años— y la apocada recuperación en las economías occidentales, con la Unión Europea a la cabeza de la parálisis, no empujan a una mayor demanda de crudo. "El repunte del consumo de los importadores de petróleo ha sido algo menor a lo que habría cabido esperar teniendo en cuenta otros episodios de caídas de precios en el pasado", aseguraba el FMI en su último informe de perspectivas económicas. Según el organismo dirigido por la francesa Christine Lagarde, el motivo que puede explicarlo es que "algunas de estas economías aún se encuentran en un proceso de desapalancamiento" de la deuda en la que incurrieron durante los años de la crisis.
5. Las temperaturas han sido más altas de lo normal. Que el año pasado fuera el más cálido en la Tierra desde que se tienen registros, también ha impactado sobre el precio del petróleo. Y la tendencia se mantendrá en el futuro. "El planeta se sigue calentando y no hay ningún cambio de rumbo global previsto a largo plazo", explicó la NASA la semana pasada en su informe sobre el clima del planeta. Un planeta más cálido implica una menor necesidad de hidrocarburos para calentarlo porque del petróleo se refina el gasoil, la materia más utilizada para lacalefacción. "El año ha sido especialmente cálido en períodos invernales, que es cuando mayor demanda de gasóleo se produce",
Se produce en el interior de la Tierra, por transformación de la materia orgánica acumulada en sedimentos del pasado geológico y puede acumularse en trampas geológicas naturales, de donde se extrae mediante la perforación de pozos.