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Respuesta:
Había una vez, una cenicienta que no tenía ropa adecuada para un baile, ni zapatos que le combinaran, amaba el color rosa, y quería encontrar un hada que le ayudará, pues no tenía dinero. Lloraba y lloraba todos los días para que el hada apareciera, y como no lo hizo, decidió ir ella en busca de sus cosas.
Para hallar el vestido más lindo y color rosa brillante, tenía que asegurarse de cazar a un gigante que atemorizaba a toda una ciudad, de esa manera el vestido sería gratis, ella decidió armar un plan para cazarlo, y no sería fácil ya que este, era muy poderoso y asombroso. Con astucia, logró diseñar un plan, como el gigante siempre pasaba por un campo lleno de hermosos árboles para ir a su casa, ella trepo al más alto encino y le dejó caer una red muy pesada de la cual el gran gigante no pudo escapar, ella lo llevó a la ciudad y le dieron como recompensa el más brilloso vestido color rosa. Y aún le faltaban los zapatos.
Cuando ella se iba para su casa, el gigante le hablo desde el calabozo, le dijo que no quería estar encerrado, porque tenía una familia, ella se compadeció de él, y hablo con el alcalde de la ciudad, que lo dejo libre a cambio de que cuidara la ciudad y no molestara más a los ciudadanos, el gigante acepto y junto con la cenicienta, se dirigió a la cueva lujosa donde vivía, allí lo esperaba su esposa y sus tres niñas, que lo abrazaron muy fuerte cuando llego, como agradecimiento por hablar con el alcalde, el gigante le regalo a cenicienta un par de hermosos zapatos que daban un color rosado al ser expuestos en el sol.
Cenicienta estaba muy contenta porque no iría descalza al baile, sino que usaría unos bonitos zapatos y el vestido más grandioso del mundo, aquella noche conoció a un príncipe encantador que fue muy cortés con ella. Y cuando ella le contó su hazaña, él quedó impresionado, de esa manera se empezó a enamorar de esa chica valerosa.
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