ejemplos de economías informales?​

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Respuesta dada por: luis69z
9

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La buhonería. Se conoce con ese nombre a la venta informal de artículos de toda clase: comestibles, manufacturados o semielaborados, sin contar con método alguno de facturación ni control fiscal, ni condiciones de establecimiento (alquiler, salario, etc.). Este tipo de ventas suelen regirse por la oferta y la demanda, cuando no por las leyes propias del mercado negro, y son difíciles de regular dado su carácter semiclandestino.

La mendicidad. Si bien es difícil considerarla una actividad económica, forma parte de los flujos mercantiles que acontecen en la ciudad, totalmente al margen de lo contabilizado o de sistema alguno de regulaciones.

La adivinación. La lectura de cartas del tarot, el espiritismo, la adivinación por distintas prácticas místicas o rituales, son también una forma de actividad económica al margen de toda regulación fiscal del Estado.

Los espectáculos a la gorra. A menudo se producen formas espectaculares, musicales o circenses de economía informal en los medios de transporte, semáforos o plazas públicas, como una forma de cautivar al paseante y pedir su ayuda monetaria.

La piratería. En la época de las facilidades tecnológicas de Internet y los reproductores musicales o de video, son muchos los que lucran a partir de la venta de filmes, música o incluso libros ilegalmente reproducidos, aprovechando las tendencias en boga y sin ningún tipo de retribución para los autores del material pirateado.

La prostitución. Si bien en algunos países se ha intentado legalizar este oficio y establecer cierto marco regulatorio, en su gran mayoría se ejerce libre de todo tipo de controles y de forma clandestina, cuando no ilegal.

La ayuda doméstica. Por lo general se llevan a cabo a través de acuerdos verbales y pago diario en efectivo, sin que esta labor incurra en ninguna forma de protección social, pago de impuestos o regulación estatal.

La artesanía. Estos productos elaborados se venden a espaldas de regulaciones estatales, ya que su productor los hace sin incurrir sino a sus técnicas personales o ancestrales.

Las actividades culturales o educativas informales. Tales como talleres literarios, cursos caseros de enseñanza y todo tipo de ejercicio educativo que no esté inscrito a institución alguna ni sometido a ningún tipo de tributación.

Los mercados populares de revendedores. Por lo general pensados a partir de la ganancia al detal de la mercancía mayorista, suelen tomar lugar en espacios públicos, con o sin la venia de las autoridades locales, y movilizan importantes sumas de capitales sin declarar, si bien es posible que en tanto colectividad realicen algún tipo de pago por alquiler del espacio o rubros semejantes, también informal.

Los fruteros itinerantes. Por lo general provistos de un camión en el que transportar la fruta estacionaria, realizan recorridos de venta informal por el corazón de las ciudades, sin recurrir al sistema formal de economía en absoluto.

Los masajistas. Ubicados sobre todo en espacios playeros o termales, ofrecen a los transeúntes algunos minutos de relajación a partir de un masaje de espalda, de cuello o alguna técnica quiropráctica más o menos estudiada. El pago es inmediato y en efectivo, tal y como el pago de la sesión.

Los vendedores de bienes infravalorados. Sobre todo de bienes inmuebles, a los que se reduce el costo de venta formal, es decir, el que aparece en las actas y documentos legales, movilizando el resto del valor del bien por fuera de los libros.

La siembra de subsistencia. Que ocurre cuando se siembra en pequeñas parcelas o terrenos urbanos, con el fin de suplir la propia demanda familiar y, eventualmente, vender el excedente a los vecinos o conocidos.

Las propinas. Ya sea como complemento de un servicio formal (como a los meseros de los restaurantes) o como recompensa por labores mínimas desempeñadas (como los empaquetadores de bolsas en algunos supermercados).

Los cuidadores de vehículos. O ayudantes de aparcamiento, “biencuidaos”, “trapitos” y muchos otros nombres más, son personas que esperan una propina a cambio de la supuesta vigilancia de los vehículos aparcados en la calle o la ayuda para salir de puestos difíciles, etc.

Los limpiavidrios. Usuales en semáforos, talleres y otros contextos urbanos, ofrecen limpiar el parabrisas de los conductores a cambio de alguna propina.

Fotógrafos turísticos. Comunes en zonas de mucha afluencia de temporadistas, venden fotografías como souvenires de viaje.

Los gestores. Encargados de agilizar o de realizar trámites burocráticos -a menudo gratuitos- por encargo, a cambio de un pago estipulado.

Otros servicios profesionales en negro. Se llama así a la prestación de servicios profesionales puntuales de cualquier naturaleza, sin que ello incurra en facturación de ningún tipo, sino se considere el “libre ejercicio de la profesión”.

Respuesta dada por: JeremitMD
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La buhonería

La mendicidad

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La piratería

La ayuda doméstica

La artesanía

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