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Los Endecasílabos son versos de arte mayor de once sílabas.
Los Endecasílabos son unos de los versos más comunes en español y forman parte de multitud de estrofas como pueden ser la octava real, soneto, tercetos encadenados, lira, etc. Son versos de origen en la poesía italiana.
Existen varios tipos de Endecasílabos según la distribución de los acentos dentro del verso (Enfático, Heróico, Melódico, etc.)
Ejemplos de Versos Endecasílabos:
Y en reposo silente sobre el ara, 11
con su pico de púrpura encendida, 11
tenue lámpara finge de Carrara 11
sobre vivos colores sostenida. 11
Guillermo Valencia
Buscando mis amores 7
iré por esos montes y riberas, 11
ni cogeré las flores, 7
ni temeré las fieras 7
y pasaré los fuertes y fronteras. 11
San Juan de la Cruz
Volverán las oscuras golondrinas 11
en tu balcón sus nidos a colgar, 11
y otra vez con el ala a sus cristales 11
jugando llamarán. 7
Pero aquellas que el vuelo refrenaban 11
tu hermosura y mi dicha al contemplar; 11
aquellas que aprendieron nuestros nombres , 11
esas...¡no volverán! 7
Gustavo Adolfo Bécquer
El dulce lamentar de dos pastores, 11
Salicio juntamente y Nemoroso, 11
he de contar, sus quejas imitando; 11
cuyas ovejas al cantar sabroso 11
estaban muy atentas, los amores, 11
(de pacer olvidadas) escuchando. 11
Tú, que ganaste obrando 11
un nombre en todo el mundo 11
y un grado sin segundo, 11
agora estés atento sólo y dado 11
el ínclito gobierno del estado 11
Albano; agora vuelto a la otra parte, 11
resplandeciente, armado, 7
representando en tierra el fiero Marte; 11
Garcilaso de la Vega
Dulce vecino de la verde selva, 11
Huésped eterno del abril florido, 11
Vital aliento de la madre Venus, 11
Céfiro blando; 7
Si de mis ansias el amor supiste, 11
Tú, que las quejas de mi voz llevaste, 11
Oye, no temas, y a mi ninfa dile, 11
Dile que muero. 7
Esteban Manuel de Villegas
Pastor que con tus silbos amorosos 11
me despertaste del profundo sueño, 11
Tú que hiciste cayado de ese leño, 11
en que tiendes los brazos poderosos, 11
vuelve los ojos a mi fe piadosos, 11
pues te confieso por mi amor y dueño, 11
y la palabra de seguirte empeño, 11
tus dulces silbos y tus pies hermosos. 11
Lope de Vega
Al olmo viejo, hendido por el rayo 11
y en su mitad podrido, 11
con las lluvias de abril y el sol de mayo 11
algunas hojas verdes le han salido. 11
¡El olmo centenario en la colina 11
que lame el Duero! Un musgo amarillento 11
le mancha la corteza blanquecina 11
al tronco carcomido y polvoriento. 11.
Desde épocas ancestrales, la comunicación en las relaciones de los seres vivos ha sido una de las mayores armas evolutivas que ha existido. Ello hizo que el ser humano para su crecimiento tanto espiritual, cognitivo, cultural o social, creara una gran herramienta de comunicación llamada lenguaje.
A partir de esta forma inteligente de entendimiento, los humanos, por grupos, comunidades o tribus, desarrollaron pautas y códigos distintos de comunicación a través del lenguaje que se transmitirían de padres a hijos y de generación en generación.
Desde esa necesidad de transmitir historias, pensamientos o sabiduría, fue evolucionando la palabra en modos de expresiones diferentes según el qué y el como, querían comunicar.
Entre esas diversa formas nació la poesía, en un principio como manifestación prosaica y posteriormente debido a la necesidad de memorizar lo que se transmitía y recibía y quién sabe si debido a algún sabio anciano que al comenzar a flaquear su memoria, se le ocurriera rimar grupos silábicos de palabras para con formas rítmicas hacer que se quedara grabado con más facilidad en la mente, la transmisión de la palabra.
De ahí, a su afianzamiento en la época griega y posterior evolución latina, llegaremos a nuestros días pasando ineludiblemente en el caso que nos ocupa y en concreto, por las letras del Siglo de Oro de la lengua castellana.
Después de dicha evolución y de innumerables y grandes autores, se llegó a encontrar una de las formas más expresivas y hermosas de la literatura, el soneto, este tipo de poema, como todo en la vida a evolucionado, por lo que al estudiarlo a su vez trataré de transmitir con mis poemas, pensamiento y conocimientos adquiridos de varios de los mejores estudiosos del arte poético, las formas y usos del soneto endecasílabo, desde sus raíces más clásicas hasta nuestros días, sin entrar en otras formas métricas tan loables como el soneto, pero que sería muy extenso el asumirlas en su totalidad.
Antecedentes históricos del soneto
El soneto y más en concreto el endecasílabo, en su forma más clásica, es una composición poética compuesta de catorce versos de arte mayor.
Los versos se encuadran en cuatro estrofas compuestas de dos cuartetos “estrofas de cuatro versos” y dos tercetos “estrofas de tres versos”. Aunque la distribución del contenido del soneto no es estricta, puede decirse que el primer cuarteto presenta el tema del soneto y que el segundo lo desarrolla. El primer terceto reflexiona sobre la idea central o expresa algún sentimiento vinculado con el tema de los cuartetos. El terceto final, el más emotivo, finaliza con una reflexión o con un sentimiento profundo, ocasionado por los versos anteriores. De esta manera, el soneto clásico presenta una introducción, un desarrollo y una conclusión en el último terceto, que de algún modo da sentido al resto del poema.
Esto no quiere decir que el soneto que no presente un desarrollo como el explicado, se le aparte de tal calificativo.
En sus diferentes formas, el soneto desde su creación en Sicilia en el siglo XIII, fue difundido por toda Italia por algunos autores como, Pedro de Vignes, Guittone d´Arezzo, Guido Guinizzelli o el propio Dante.
Se sabe de estos autores, sobre todo de Dante, que Petrarca asumió no solo sus formas si no sus estilos románticos, adquiriendo el conocimiento de la nueva medida silábica y el lirismo que tanto lo distingue en sus formas y que a la sazón se las conoce como “Petrarquismo”.
Transición a la lengua castellana
Desde mediados del siglo XV las relaciones culturales entre España e Italia se intensificaron al residir numerosos escritores españoles en Italia conviviendo con literatos de dicho país, atraídos por la suntuosidad de la corte napolitana, entre el reinado de Alfonso el Magnánimo y los virreyes castellanos, influenciados por Petrarca y otros autores como Tasso o Ariosto.
Aunque Iñigo López de Mendoza, “Marqués de Santillana”, tiene el honor de ser el primero que escribió sonetos en lengua castellana “Fechos al itálico modo”, el intento no fue muy bien acogido. Tuvo que ser en1525, cuando el embajador de Venecia, le propone a Boscán, probar el soneto en letras castellanas (según, Carta a la duquesa de Somé). A pesar de ello tampoco fue Juan Boscán quien consolidó el soneto en lengua castellana, sino su amigo Garcilaso de la Vega, puesto que este poeta lo superó en elegancia, sutileza y soltura en la composición de los versos.