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La corte organizada por el rey Luis XIV determinó una ruptura en el seno de la nobleza francesa, dividiéndola entre los privilegiados nobles cortezanos y una empobrecida y venida a menos nobleza rural.
Esta ruptura determinó que el gobierno de Luis XVI no cuente con gobernantes de confianza en los territorios alejados del palacio real, incluso en el mismo Paris, por tanto, su gobierno fue tan altamente ineficiente en la resolución de las necesidades sociales.
por otra parte, el fin de la edad media significó también el resurgimiento de las ciudades en detrimento de la producción campesina, ello generó una fuerte presión de demandas de servicios y empleos, la cual no podía ser plenamente atendida por el Estado, esta situación determinó también un caldo de cultivo para la futura revolución, ya que grandes masas de burgueses (habitantes de los burgos o ciudades) por un lado tenían innumerables demandas no atendidas y por otro lado gran cantidad de ellos se encontraban en un profundo estado de miseria.
Sin embargo, a pesar de ello, las ciudades se articulaban en torno a la riquesa acumulada por una parte de la burguesía, propietaria de industrias, bancos y comercios. Empero esta riqueza no permitía a esta clase acceder a una situación social y políticamente más privilegiada, situación que le pertenecía exclusivamente a la nobleza, teniendo esta última la necesidad de acceder a la riqueza de la burguesía, por tanto se produjo una fuerte tensión entre nobles cuya situación social se financiaba con préstamos obtenidos de la burguesía, burgueses con riqueza económica pero sin privilegios sociales ni políticos, los cuales, empezaron por exigir el pago de sus deudas a cambio de cargos en el gobierno pero sin poder acceder a los privilegios sociales de la nobleza, un Rey sin la capacidad de poder gobernar sobre todo su territorio por no contar con un entorno eficiente fuera de su entorno cortezano, altas demandas sociales en las ciudades, además de grandes masas de marginados que las habitaban y finalmente un campo empobrecido, con poca mano de obra incapás de abastecer con su producción a los crecientes mercados burgueses.