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Definiciónml centralismo se define como una doctrina política que cree en la concentración del poder en un órgano central del Estado, una autoridad suprema que rige sobre todo el territorio y que dicta las normas para el reparto de la riqueza, la aprobación de las leyes y todo lo referente al territorio de la nación.
El federalismo, en cambio, se define como la doctrina política que prefiere distribuir el poder, en primera instancia, en una asociación de estados o provincias dotadas de relativa autonomía en materia política, económica y legal, que delegan parte de sus competencias en el Estado y mantienen mucha de su soberanía.
Tipos de federalismo
De igual manera, existen formas diversas de aplicación del federalismo:
Federalismo simétrico. Cada territorio o provincia goza de los mismos poderes y responsabilidades que los demás.
Federalismo asimétrico. Las diversas provincias asumen responsabilidades y poderes distintos, conforme a su constitución y su lugar de preponderancia en la nación.
Diferencias entre federación y confederación
A menudo se distingue entre la federación y la confederación, a partir de las siguientes definiciones de cada uno:
Federación. Un único estado compuesto por la asociación de sus distintas provincias descentralizadas, con un orden jurídico individual y otro nacional, en el que las unidades no pueden abandonar voluntariamente la federación.
Confederación. Se trata de un conjunto de estados soberanos e independientes que toma decisiones comunes en asamblea, pudiendo cualquier estado anular dichos acuerdos en su territorio y separarse de la confederación si así lo desea.
Diferencias entre centralismo y federalismo
Las principales diferencias entre ambos modelos son:
Un ordenamiento jurídico único en el caso del centralismo. El federalismo, en cambio, dispone de un ordenamiento doble: el propio de cada provincia, y el federal o global de la nación. Esto permite que dos estados del mismo país tengan algunas leyes diferentes.
Una burocracia descentralizada en el caso del federalismo, permitiéndole a cada estado o provincia administrar sus asuntos de modo independiente. Mientras que en el orden central, todo reside en una jerarquía única que tiende hacia el centro.
Un manejo independiente del presupuesto provincial: en el caso del federalismo una parte es destinada al mantenimiento del gobierno central; en el centralismo es este último quien recibe todo el dinero y luego lo redistribuye nacionalmente.
Ventajas y desventajas del centralismo
La centralización del poder conviene a los países que temen por su disolución o que prefieren erigir un poder único y fuerte que regule la nación, sobre todo en casos en que existe mucha desigualdad entre las provincias y se teme que una provincia rica, por ejemplo, no comparta lo suficiente sus riquezas con las vecinas más pobres.
El problema de estos modelos centrales es que su implantación genera mucha fricción en los poderes provinciales y a menudo deriva en modelos de poder más autoritarios, menos justos, en los que se decide desde muchos kilómetros de distancia las medidas que deberían beneficiar a los ciudadanos de una provincia determinada, desconectando así al poder de la realidad inmediata de su pueblo.
Ventajas y desventajas del federalismo
El federalismo goza del prestigio de constituir sociedades más democráticas en su necesidad de conciliación, asamblea y acuerdo permanentes, además de que respeta las individualidades sociales, religiosas o culturales de las distintas provincias, algo vital en casos de países multiétnicos o Estados plurinacionales.
Su desventaja estriba en un ordenamiento más laxo, más proclive a la independencia de alguno de los territorios nacionales y a la existencia de baches legales entre un ordenamiento y el otro, a partir de las jurisdicciones de las provincias.
Tipos de estado
Dependiendo de si su ordenamiento es centralista o federalista, podremos hablar de estados centrales, en los que existe un núcleo de poder definido y único; o estados federales, en los que existe el doble ordenamiento político que hemos ya explicado.
Guerras federales
A menudo se conoce como “guerras federales” o simplemente guerras civiles a los conflictos armados surgidos en América Latina en torno a la elección del modelo que regiría las nacientes repúblicas ahora independizadas de España.
Conflictos de esta naturaleza tuvieron lugar en México, Venezuela o Argentina, por ejemplo, en donde bandos unitarios y federales recurrieron a las armas para imponer un modelo político por encima del de sus contrincantes