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Las bases de la economía primaria agroexportadora en Guayaquil y el litoral hay que buscarlas en el período colonial y cómo hacia 1770 se produjo un cambio de eje económico desde la Sierra centro norte hacia la Costa, como producto de la crisis obrajera serrana y el impulso de la agroexportación en las tierras bajas. Dicha crisis se dio por cuatro razones principales: 1. Se agotó la producción minera serrana. 2. La sociedad dejó de manejar circulante, tanto que se utilizaron papas como monedas –ya lo dice Eugenio Espejo en su Defensa de los curas de Riobamba, de 1787-. 3. Los textiles quiteños no podían competir en los circuitos de comercialización a nivel colonial, por su baja calidad. 4. Los altos precios de los productos manufactureros quiteños, lo que ocasionó que las ventas disminuyeran considerablemente. Una de las características más notables desde el siglo XVIII es la presencia de economías regionales y regionalizadas. La economía nacional se contrae, pero eso no posibilita la existencia de una economía regional. A lo largo del siglo XIX recién se podrán superar las características de economías regionales fragmentadas, a una que con el paso del tiempo se iría integrando en el espacio y espectro nacional. El siglo XIX puede ser entendido como de transición de un sistema mercantil colonial a un sistema capitalista mundial. Es decir, se estimula la transformación de economías regionales a una economía nacional. El capitalismo ecuatoriano se constituye estimulado desde afuera hacia adentro y no como una expansión o desarrollo hacia afuera, como sí ocurre en naciones más adelantadas, como Estados Unidos y Francia. En este punto, cabe insistir en la importancia del factor externo como provocador de dinámicas y efectos tanto positivos como negativos en la constitución de las economías latinoamericanas.
En la actualidad la población ecuatoriana sobrepasa los 15 millones de habitantes, una cifra que aumenta aceleradamente, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos de Ecuador (INEC). Uno de los factores de este crecimiento es el embarazo en las jóvenes, cuya tasa es de 23%, una de las más altas de la región; mientras que a nivel mundial, el 25% de los más de 7.000 millones de habitantes proviene de partos de adolescentes, según Jorge Parra, representante en Ecuador del Fondo de la Población de las Naciones Unidas (Unfpa). Por este motivo, el embarazo en adolescentes es el tema que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) analizará en el marco del Día Mundial de la Población que se celebra hoy, fecha que estableció la organización en 1989. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la persona es “adolescente”desde los 10 hasta los 19 años. Jorge Parra indica que aunque en los últimos años se ha experimentado un fenómeno de disminución de la tasa de natalidad en los países, el número de embarazos en adolescentes se mantiene alto. En el país la tasa de embarazos en adolescentes es de 23%, según Jorge Parra, de UNFPAEl experto explica que entre las causas están la falta de información y educación de la sexualidad. Los adolescentes, que en el país son más de dos millones (según registró el INEC en el último censo), llegan a esta etapa con falta de información sobre el tema “a pesar de que es parte de la personalidad del ser humano y no debe ser manejado como un tabú o algo misterioso”. “Esta gran población, que tiene un potencial tremendo, no debe estar sujeta a embarazos no planificados, porque tienen un impacto social grande en el tema educativo y laboral”, dice Parra. Por ello, el trabajo del Fondo Poblacional de las Naciones Unidas es promover que los embarazos lleguen en el momento propicio para las mujeres. Dice que debe haber una diferenciación entre sexualidad y procreación. “La sexualidad no debe servir necesariamente o conducir a una procreación. Si fuera así, el ser humano tendría 15 ó 20 hijos por su vida reproductiva, como pasaba hace años con los riesgos y complicaciones de muertes maternas”. El director técnico de la maternidad Enrique Sotomayor, Luis Hidalgo, cuenta que en junio se registraron 2.771 partos, lo que representa un promedio de 75 diarios. El también gineco obstetra considera que los embarazos en las adolescentes influyen en la tasa de natalidad a nivel mundial, pero no tienen un mayor impacto en el crecimiento global de la población. Según él, lo que sucede es que desde hace décadas la tasa de crecimiento ha disminuido. “Si en 3.000 millones de habitantes era del 4%, ahora podemos decir que es de 2,2% en 7.000 millones. Esto significa que en la próxima década tendremos 1.400 millones. Crecemos más por volumen. No se ha logrado consolidar una tasa que mantenga el equilibrio entre natalidad y mortalidad”, dice Hidalgo. Por eso, el director de la maternidad Sotomayor considera determinante en el crecimiento de la población, el aumento de la esperanza media de vida. “La gente se muere más tardíamente”. “En Ecuador hay una tendencia creciente de adultos mayores. Actualmente la edad media de vida de los hombres es 72 años y de las mujeres, 78 años, en comparación a lo que ocurría en 1950, que era de 49 años. Se ha incrementado mucho, lo que hace que la población sea más de adultos mayores”. De hecho, en el país los adultos mayores son más de 1’300.000, según el cálculo realizado con datos del último censo del INEC en 2010, una cifra que se triplica a los 418.183 que se registraron en la década del 90. Al respecto, Rosa Azúa, coordinadora de la Red Nacional de Personas Adultas Mayores del Ecuador (Renpermae), dice que el papel que ellos desempeñan en la sociedad es de vigilantes y observadores de los servicios de salud. “Ellos son miembros activos y no deben de ser excluidos de ninguna actividad”, agrega la representante de la organización, que es integrada por 5.000 adultos mayores, de los cuales 1.500 son de Guayaquil.