Respuestas
La conflictividad social no nació con la Revolución Industrial. En el Antiguo Régimen era frecuente que estallaran motines provocados por la carestía de los alimentos y la presión fiscal que soportaban los grupos populares del Tercer Estado. Esas revueltas terminaban siempre con una dura represión, aunque el poder procuraba compensarla con algunas concesiones. Pero la industrialización trajo, además de la creación de una nueva clase –los obreros-, nuevas formas de acción y conflicto social.
Las revoluciones políticas liberales abolieron las cargas feudales a las que estaban sometidos los campesinos y las regulaciones gremiales de los artesanos. Además, el liberalismo estableció la libre contratación y la prohibición de que existieran organizaciones que agruparan a los trabajadores. Las contrataciones y relaciones laborales se debían establecer de forma individual entre el patrono y el trabajador, según las leyes del mercado de la oferta y la demanda de trabajo. Como la mano de obra era muy abundante, a causa del éxodo rural de los campesinos en busca de trabajo en las ciudades y de la salida de los artesanos de los gremios abolidos, los empresarios hicieron contratos con bajos salarios. Pero, además la nueva economía industrial se caracterizaba por crisis periódicas que hacían crecer el desempleo. Así pues, surgieron nuevos y constantes motivos de conflicto social.