Respuestas
El modelo sistémico surgió en los años cincuenta al mismo tiempo que la terapia familiar
como un marco conceptual para abordarla, para comprender la complejidad de fenómenos
interrelacionados que ocurren en su seno. Sin embargo, desde hace ya muchos años no se
puede sostener la identidad entre modelo sistémico y terapia familiar. Por un lado, el modelo
sistémico se puede aplicar a muchos otros formatos de la intervención, además del familiar. Por
otro lado, existen otros modelos que han desarrollado un formato de intervención familiar.
Psicoterapia individual
Desde principios de los años ochenta, se planteó que el modelo sistémico podría
aplicarse a un solo individuo aunque no asistiera toda la familia. Una de las obras pioneras fue la
de R. Fisch, J. Weakland y L. Segal (1982) “La táctica del cambio” (Herder, Barcelona, 1984) que
supone un desarrollo de la terapia breve del MRI de Palo Alto. Plantea que es preciso trabajar
sólo con los verdaderos “clientes”, los que verdaderamente están interesados en la terapia,
aunque a menudo sea sólo uno, y a veces no ni tan sólo el portador del síntoma.
Se centra en la forma en la que el individuo participa en la danza interaccional, y se
orienta la intervención para que éste influya de manera decisiva en dicho patrón interaccional.
Así es que, a diferencia de otros modelos, el sistémico no se limita a buscar el bienestar
subjetivo del cliente sino a alterar la interacción familiar, como lo haría si viniera toda la familia.
En la actualidad, la gran mayoría de terapeutas sistémicos realizan intervenciones
individuales, ya sea alternándolas con las familiares, o bien como modalidad única en función de
los casos y de la disponibilidad de la familia para el tratamiento.