¿Qué herencias de lo colonial se observan en la sociedad actual y cuáles son sus características?
Respuestas
La Revolución del Consumo novohispana seguramente no alcanzó las dimensiones de la británica o tener sus consecuencias en términos de Revolución Industriosa y Revolución Industrial, entre otras razones porque Nueva España contaba con una población más pequeña y una economía menos dinámica. No obstante, la generalización del consumo de “nuevos” -desde la perspectiva europea- bienes entre los novohispanos está bien constatada desde el siglo XVI.
En una entrada anterior a este blog (“Globalización y Gran Divergencia”) introduje la hipótesis de que la Revolución del Consumo de la Edad Moderna bien pudo haber comenzado en el mundo hispánico y no en el europeo occidental (Holanda y, especialmente, Gran Bretaña) como suele establecerse casi como axioma en una abundante literatura anglosajona. El locus principal de esa Revolución del Consumo, inseparable de la globalización “soft” surgida de la expansión ultramarina europea que se inició desde la Península Ibérica, sería Nueva España. Otros territorios (Macao, Perú, Filipinas, Brasil, España, Portugal, etc.) de las monarquías hispánica y lusa tuvieron papeles importantes en la globalización que precedió a la Revolución del Consumo, pero seguramente no tanto como el de Nueva España.