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Según el Dane, durante el primer trimestre de 2017, la economía colombiana creció solo 1,1 por ciento. Este registro, que no sorprendió a los analistas quienes esperaban un crecimiento bajo, es inferior al previsto por el Banco de la República (1,3 por ciento).
En particular, el gerente general del Banco de la República, Juan José Echavarría, señaló que “las cifras de actividad económica para el primer trimestre de 2017 sugieren que la dinámica de la demanda interna habría sido más débil que la estimada tres meses atrás”.
El Emisor indicó que entre las razones que explican este comportamiento está que “el aumento del IVA y de otros impuestos indirectos ha afectado la capacidad de gasto de los hogares y por esta vía el consumo”.
Las cifras reveladas por el Dane señalan que, durante los tres primeros meses del año, solo cuatro sectores presentaron crecimientos positivos y que, mientras la agricultura tuvo el mejor desempeño al crecer 7,7 por ciento, la minería presentó el peor, con un decrecimiento de -9,4 por ciento.
La buena respuesta de la oferta agrícola a las lluvias, luego del fuerte verano de comienzos de 2016, favoreció el crecimiento del sector agropecuario. De otra parte, la caída en la producción de los principales renglones mineros (excepto el carbón) explica la contracción de esta actividad.
Como ha venido ocurriendo durante los últimos años, el sector financiero tuvo el segundo mejor crecimiento (4,4 por ciento). Ello se dio a pesar de los efectos negativos que la desaceleración económica ha producido sobre la cartera de los bancos.
La industria, que meses atrás había recuperado su dinamismo, creció, durante el primer trimestre de 2017, a una anémica tasa de 0,3 por ciento. Solo 10 de las 24 actividades manufactureras registraron crecimientos positivos.
El comercio y el turismo, que durante los últimos años han sido determinantes en el crecimiento del PIB total, tuvo una contracción del -0,5 por ciento.
La construcción, que al igual que el comercio ha sido un sector estratégico para el crecimiento económico, también se contrajo (-1,4 por ciento). El buen desempeño de las obras civiles, impulsadas por el avance de las concesiones viales de 4G, no alcanzó para contrarrestar la caída en la construcción de las edificaciones.
Precisamente, y a raíz de los diversos síntomas de debilitamiento que, durante los primeros meses del año se presentaron, tanto el Gobierno como la autoridad monetaria han manifestado su preocupación.
Así las cosas, y con el propósito de darle un nuevo impulso al crecimiento, la Junta Directiva del Banco de la República, en sus últimas sesiones, ha decretado la reducción de la tasa de interés. Por su parte, el Gobierno tiene como bandera el programa Colombia Repunta.
Sin embargo, y como lo muestra el crecimiento de 1,1 por ciento (nivel que está muy por debajo de los registros trimestrales de los últimos años), la economía todavía no responde como se espera.
No obstante lo anterior, los más recientes indicadores sobre el comportamiento del consumidor, la industria y el comercio muestran un mejoramiento leve que abre la posibilidad de que, progresivamente, se alcancen niveles de crecimiento cercanos o mayores al 2,0 por ciento.
Para que ello sea así, es necesario que el Emisor mantenga a la baja la tasa de interés y que el Gobierno mejore la coordinación de las políticas y la eficacia del gasto público.
Hubiera cada mas pobreza y delincuencia