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El continente africano, con más de 30 millones de kilómetros cuadrados de extensión, alberga en sus territorios una gran variedad de animales y plantas, pero también de paisajes y ecosistemas. África presume de las sabanas más pintorescas y los desiertos más extensos, sus junglas dan cobijo a algunos de los animales más singulares del planeta, en sus lagos se reflejan bandadas de aves que encuentran alimento en sus peces, sus ríos riegan los valles más fértiles y sus montañas se alzan hasta los casi 5.900 metros.
La riqueza del África está en sus variados ecosistemas. En un mismo continente encontramos todo tipo de paisajes, excepto el polar. En su catálogo, dunas, montañas rocosas, frondosas selvas y extensas llanuras salpicadas de árboles en las que habitan mamíferos, reptiles, aves, peces y miles de clases de insectos. Estampas muy diferentes de un lugar exótico en el que la naturaleza le gana a menudo el pulso a los edificios.
Sabana
Al contrario de lo que muchos puedan pensar, el león no es el rey de la jungla, es el de la sabana, el ecosistema en el que habita. Estas extensiones son típicas de los trópicos. Aunque también se dan en algunas zonas de Asia, Australia y América del Sur, la africana es la más representativa. Se caracterizan por sus amplias extensiones de espacio abierto cubiertas por vegetación herbácea, en las que los árboles, poco numerosos, se encuentran salpicados por la llanura, junto con algún arbusto o matorral aislado.
Entre sus habitantes podemos encontrar leones, elefantes, guepardos, jirafas, murciélagos, ardillas, libélulas, ñus, zebras y saltamontes.
Desierto
El del Sahara es el desierto cálido más extenso el mundo, con más de 9 millones de km². Cruza todo el norte de África, dividiéndola en dos zonas: el África mediterránea al norte y el África subsahariana al sur. Este desierto comparte frontera con casi todos los países del norte de África, como Argelia, Chad, Egipto, Libia, Marruecos, Mauritania, Malí, Níger, Sudán, Túnez y Sahara Occidental. Sus dunas nacen en el Alto Atlas y alcanzan las zonas más sureñas de los trópicos y carecen de vegetación.
El desierto de Namibia se extiende a lo largo de la costa del país que le da nombre. Mucho más pequeño que el Sahara, cuenta en sus territorios con 80.000 km², un tamaño considerable. Y de ahí su nombre, 'Namib', que significa 'enorme' en lengua nama. A diferencia de otros desiertos, el de Namibia contiene extensas praderas que sirven de pasto a antílopes y elefantes. Estos animales comparten territorio con algunas tribus aborígenes. Un paisaje poco explotado en el que podrás sentirte como un explorador descubriendo lugares vírgenes. El tercer gran desierto del continente es el del Kalahari, un terreno semiárido que, con medio millón de km², ocupa el 70% de Botsuana, y parte de Zimbaue, Sudáfrica y Namibia.
Selva
África tiene pocos ríos, pero los que cruzan el continente son muy caudalosos y largos. Es el caso del río Congo, que pone nombre al país y a la selva que le guía el camino hacia su desembocadura. 128.600 km² de frondosa vegetación que se nutre de las aguas del río, las abundantes lluvias y las temperaturas que oscilan entre los 21 y los 25ºC, con una alta concentración de humedad.
En la época de lluvia, su suelo puede inundarse hasta alcanzar profundidad de un metro. Sus árboles, en su mayoría palmeras de rafia, son el refugio de chimpancés y elefantes de selva. En el Congo, lugar al que ha viajado Jesús Calleja con el equipo de 'Desafío Extremo', se encuentra el santuario de gorilas en el que se inspiró la película de 'Gorilas en la niebla'.