Respuestas
Mis instintos no son tan malos como usted piensa. Soy vehemente, pero no vengativa.
El G
obierno iraquí expresó su vehemente deseo de trabajar con la Unión Europea.
El ponente ha hecho un vehemente intento de dilucidar este asunto.
Solo nueve proyectos, y me pregunto por qué es usted tan vehemente en su defensa.
wish.
Señor Presidente, en primera lectura el chocolate fue objeto de un vehemente debate.
si no fueras tan vehemente, no tendrías que tragarte tus palabras.
Lo reprendió con palabras vehementes.
un amante vehemente
un amor vehemente
Un discurso vehemente.
Relato en el que una misteriosa peste ataca la ciudad de Próspero, príncipe de una ficticia nación, al cual le complacía darse todo tipo de placeres, de los que un rey puede disfrutar, como el buen gusto, las artes, los bailes orquestados y fiestas rodeadas de diversión y sarcasmo.
Al darse cuenta de que la peste atacaba a toda su región, decide encerrarse en su castillo, junto con varios cientos de nobles de su corte los cuales intentan escapar de la Muerte roja.
Cierta noche, el rey decide realizar la mejor fiesta de disfrazes jamás hecha. Para esto su castillo consta de siete aposentos pintados cada uno de diferente color y con vitrales del mismo tono de las paredes, a excepción de una pieza, la habitación negra, la cual tiene los vitrales pintados de rojo creando un ambiente terrorífico y fantasmal.
Mientras los invitados disfrutan de la fiesta, la gente continúa muriendo fuera, atacada por la enfermedad y sin ninguna ayuda.
Todos en el castillo bailan y se pasean por los aposentos, excepto por el negro, en el que se encuentra además un reloj de ébano que da cada hora, interrumpiendo así la fiesta y provocando en ellos un estado de terror inexplicable.
Durante el transcurso de la fiesta Próspero se fija en un extraño disfrazado con un atuendo negro y el rostro cubierto por una máscara que representa una víctima de la peste. El príncipe, que se siente gravemente insultado por ello, requiere al desconocido que se identifique. Para horror de todos, el invitado no sólo se revela como víctima de la enfermedad, sino como la personificación de la misma Muerte. A partir de ese momento, todos los ocupantes del castillo contraen la enfermedad y mueren.