Respuestas
En realidad, si bien la función del istmo de Panamá como puente terrestre entre dos continentes fue un determinante factor geográfico en el desenvolvimiento de los indígenas que residieron allí antes del contacto español, debe achacarse igual preponderancia a la heterogeneidad ambiental de un territorio bañado por dos océanos ecológicamente disímiles entre sí y caracterizado por un sinfín de ríos y valles que facilitan las comunicaciones en dirección perpendicular a las cordilleras y las obstaculizan en un sentido longitudinal. A Cristóbal Colón le asombró la gran diversidad de idiomas desprendida de dicho rompecabezas geográfico.
Es en las tecnologías de la subsistencia, tales como la agricultura, donde puede observarse claramente la impronta aborigen como legado cultural. Es comprensible, a la luz de la realidad ecológica, la aversión por parte de los conquistadores hacia tales técnicas y la pervivencia de las mismas hoy día. El arado tradicional europeo, por ejemplo, no encontró aplicación en un medio de selva, de alta precipitación fluvial los nueve meses del año y donde la vegetación secundaria rápidamente invade los campos deforestados por el hombre. Un régimen de estaciones que lejos de parecerse a las cuatro vigente en los países de clima templado, se definían mas que todo por el régimen de lluvias desconcertantes a los españoles, quienes no atinaron mas que a aplicarle a la época mas húmeda el apelativo de “invierno” y a la mas seca, el de “verano”.