Respuestas
Conflictos en Norteamérica
El Reino Unido y Francia habían tenido incontables choques por el domino de Norteamérica (específicamente el territorio que hoy ocupan Canadá y Estados Unidos). Sin embargo, desde 1748 hasta 1754 las naciones se encontraban en estado de paz.
Los franceses llegaron a acuerdos comerciales con los indios iroqueses y reclamaron Canadá y los Grandes Lagos como territorio propio.
Esto fue aceptado por los británicos, hasta que los franceses empezaron a avanzar hacia el sur para evitar el avance inglés. El entonces teniente coronel británico George Washington fue enviado a dar un ultimátum a los franceses.
Esto desencadenó un conflicto en Norteamérica que fue denominado la guerra franco-india, el cual empezó dos años antes de la Guerra de los Siete años (1754) pero formó parte del mismo conflicto.
No solo fue un antecedente importante de la guerra, sino que además se desarrolló a lo largo de toda su duración, culminando en 1763.
La revolución diplomática
Este acontecimiento fue denominado así porque se cancelaron y revirtieron varias alianzas entre naciones europeas que tuvieron varios años de vigencia. Es el acontecimiento más importante en la historia de Europa ocurrido entre la Guerra de la Sucesión y la de los Siete Años.
Durante este período Austria decidió terminar la relación de aliados que tenía con el Reino Unido, para pasar al bando de los franceses. De igual forma, Prusia se convirtió en aliada de los británicos, tras el acuerdo al que habían llegado con Austria luego de la guerra (el cual no sentó bien a los franceses).
El Reino Unido se reunió con emisarios de Prusia en un encuentro en el que se definió la falta de utilidad que tenían los austríacos para la causa británica.
Así, los británicos acordaron con Prusia que no ayudarían a Austria a retomar Silesia, mientras estos ayudaran a defender Hannover (provincia de Prusia) de los franceses.
Este acontecimiento conllevó a las bases de la alianza anglo-prusiana, mientras que ocasionó que Austria se reuniera con Francia para acordar un pacto en el que se retomaría el control de Silesia.
Hostilidad anglo-franca
El Tratado de Aquisgrán no logró apaciguar las hostiles relaciones que tenían Francia y el Reino Unido. Los conflictos en Norteamérica al principio no fueron tan graves, y los británicos tenían la política de dejar que lo que ocurriese en América fuese responsabilidad de los colonos.
Sin embargo, esta actitud tuvo que ser abandonada por parte de los ingleses, pues los franceses derrotaron a sus tropas coloniales en incontables ocasiones.
Francia tomó una actitud muy agresiva en Norteamérica, lo que ocasionó una marcada intervención inglesa en las operaciones coloniales.
Sin embargo, esta hostilidad se remonta mucho más atrás que los conflictos en América. Francia y el Reino Unido fueron potencias europeas por varios siglos, lo que ocasionó que a lo largo de la historia chocasen fuertemente una nación con otra.
Estos conflictos se vieron reflejados a lo largo de varias batallas y guerras que se libraron en el transcurso de la historia europea, incluyendo la Guerra de los Siete Años. Esta guerra es una consecuencia de un antecedente de rivalidad histórico entre dos potencias del continente.
Hostilidad austro-prusiana
Si bien la importancia de la rivalidad entre el Reino Unido y Francia fue más pesada en un ámbito histórico, los encuentros entre las naciones alemanas de Austria y Prusia fueron también de alta importancia para la Guerra de los Siete Años.
La rivalidad entre ambas naciones se remonta a finales del siglo XIII, cuando se alzaron al poder los Habsburgo en Austria. Desde ese entonces, la familia comenzó a tener un importante poder que se extendió por varias regiones europeas (incluidas España y los Países Bajos).
Fue a mediados del siglo XVI cuando los ejércitos de Prusia y de los Habsburgo chocaron en una lucha por el control de poder de la región.
Esto, acompañado de los eventos que conllevaron a la conquista prusiana de Silesia, fueron los principales responsables de la rivalidad entre ambas naciones.