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El epicentro del terremoto fue localizado a unos 400 kilómetros de Tokio y a unos 32 kilómetros de profundidad.
El sismo, que se produjo a las 14:46 hora local (05:46 GMT) ha tenido una serie de fuertes réplicas.
Inicialmente, la intensidad del movimiento telúrico fue calculada por el Servicio Geológico de Estados Unidos en 7,9 grados, luego en 8,8 y finalmente en 8,9 en la escala
Éste es un fenómeno regular y mucho más lento, aunque en algunos lugares estrechos y de fuerte desnivel pueden generarse fuertes corrientes. Terremotos, volcanes, meteoritos, derrumbes costeros o subterráneos e incluso explosiones de gran magnitud pueden generar un TSUNAMI.
Antiguamente se les llamaba “marejadas”, “maremotos” u “ondas sísmicas marinas”, pero estos términos han ido quedando obsoletos, ya que no describen adecuadamente el fenómeno. Los dos primeros implican movimientos de marea, que es un fenómeno diferente y que tiene que ver con un desbalance oceánico provocado por la atracción gravitacional ejercida por los planetas, el sol y especialmente la luna. Las ondas sísmicas, por otra parte, implican un terremoto y ya vimos que hay varias otras causas de un TSUNAMI.
Técnicamente es un disturbio producido en el mar por un fenómeno que impulsa y desplaza verticalmente una columna de agua produciendo un desequilibrio de niveles que se manifestara en un tren de ondas largas propagadas a mucha velocidad, que al llegar a costas de islas o continentales infieren una tremenda devastación, introduciéndose muchos metros, incluso kilómetros dentro del territorio
Ola de grandes dimensiones originada cerca de la costa por un seísmo o erupción volcánica submarina, que puede desplazarse a una velocidad de hasta 50 km/h en cualquier dirección.
El “muy suave” se caracteriza por una ola débil, que sólo es perceptible en los registros de las estaciones de marea.
También está el “tsunami suave”, cuya ola es percibida por los que viven a lo largo de la costa, pero cuando ésta es plana.
Sin embargo, el de magnitud III es el denominado “bastante fuerte”, que generalmente es percibido y provoca inundación de costas en pendientes suaves. Para ejemplificar, las embarcaciones deportivas son arrastradas hacia la costa.
El “fuerte” de magnitud IV, provoca inundación de la costa hasta determinada profundidad, provocando daños de erosión en rellenos construidos por el hombre, es decir, las estructuras de material ligero cercanas a la costa son dañadas.
Luego se ubica el tsunami “muy fuerte”, que genera una inundación general de la costa, en la que los muros de los embarcaderos y estructuras sólidas cercanas al mar son dañados.