Respuestas
Situación Geográfica:
Se establecieron en los Estados de Zacatecas (llamado Chicomóztoc), Hidalgo y áreas circunvecinas de Jalisco. Período Abarcaron los períodos “Clásico” y “Postclásico” del 800 d. c.-1200 d. c.
Organización Social:
Era de tipo clasicista, pues abarcaba una clase social de tipo militarista, por lo que la clase militar era la primera en el orden, seguido por los sacerdotes, quedando los demás en tercer plano, y en lo último los esclavos. Organización Política Impusieron Estados “Militarizados”, donde los sacerdotes fueron desplazados a un segundo término, donde no pudieron obtener nuevamente el poder que antaño poseyeron.
Aportaciones Culturales:
Atlantes de Tula Los Chaac Moles Juego de pelota con base de caucho Pirámide de Tlahuizcalpantecuhtli o de la Estrella Matutina en Tula Cerámica de plumbate (brillante a base de plomo). La palabra tolteca significa “Maestro Constructor” Ciudades Importantes Tula en el actual Estado de Hidalgo. Chichen Itzá en el Estado de Yucatán
Economía:
Trabajo de metales, agricultura, recolección de tributos, recolección de frutas y pesca.Característica Especial:
Con los toltecas se asienta el dominio de Quetzalcóatl como deidad suprema de Mesoamérica. Consolidaron una enorme y vasta red de sistemas comerciales con otros pueblos.
Se consolidaron como un Estado eminentemente militarista.
Religión:
Quetzalcóatl y Tonatiuh. Tlaloc y Huehuetéotl. Centéotl.
Decadencia:
Durante el período postclásico 1300 d. c. aproximadamente.
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Ubicación geográfica
Los toltecas fueron inicialmente un pueblo nómada. Iniciaron su peregrinación dejando atrás un sitio llamado Huehuetlapallan o “Vieja tierra roja”, y erraron durante casi 104 años hasta asentarse en el territorio hoy perteneciente a los estados mexicanos de Zacatecas, Hidalgo y parte de Jalisco. Las fronteras de su imperio fueron extensas, y su influencia se extendió hasta el sureste de la península de Yucatán, y fueron influyentes de cara a las otras culturas de la época, como los mayas, según se evidencia por la arquitectura y representaciones toltecas presentes en Chichen Itzá.
Organización sociopolítica
Como se ha dicho, los toltecas obedecían a una monarquía de corte militarista, que imponía una sociedad de castas: la guerrera en primer término junto con los funcionarios, sacerdotes y jerarcas, encargados de la conducción, del calendario y de las funciones rituales. Luego la clase servil, integrada por los trabajadores agrícolas, artesanos, alfareros, carpinteros, hilanderos, pintores, lapidarios y albañiles, etc. Finalmente estaban los esclavos, a menudo capturados de otras culturas vecinas.
Economía
La economía tolteca se sostenía en la agricultura, a partir del cultivo de amplios campos irrigados por un sistema complejo de canales, en donde se daba el maíz, los frijoles y el amaranto. También el trabajo de metales, piedras y un vasto sistema de recolección de tributos. El resto de la materia prima podía obtenerse mediante el comercio o la guerra con otras culturas vecinas.
Arte y artesanía
La artesanía tolteca y sus representaciones artísticas o rituales estaban muy vinculadas, y en ellas abunda la cerámica, el tallado en piedra, la pintura y los murales. Son célebres los guerreros de piedra o “atlantes” que aún permanecen en la ciudad de Tula, y que habrían estado decorados con mosaicos y plumas. También se conocen las representaciones de corte claramente tolteca del dios Quetzalcóatl en el Chichen Itzá.
Arquitectura
Los toltecas fueron una cultura de importancia para la arquitectura mesoamericana precolombina, ya que introdujeron el trabajo artístico de las columnas que sostienen el techo, ya sea en forma antropomorfa o de serpiente emplumada. Destaca la Pirámide B en Tula, ciudad que se estima albergaba a 30.000 habitantes en largas edificaciones de una planta con techo plano, elaboradas con tierra y piedras y acabados de adobe. Se distinguía entre los grupos de casas, las unidades residenciales y las residencias palaciegas de la élite.
Alimentación
Los estudios indican que el amaranto era un alimento clave en la dieta tolteca, rasgo que compartía con muchas poblaciones distintas mesoamericanas y que hoy en día perdura en la elaboración de las “alegrías” mexicanas, mezclado con miel, maní y pasas. El amaranto también podría tener usos rituales y comerciales, ya que es posible almacenarlo por mucho más tiempo que el maíz y los frijoles, otros productos centrales en la dieta tolteca.
Monarcas
Los monarcas toltecas eran conocidos como tlahtoques y ocupaban un cargo vitalicio. Se conoce a ocho distintos gobernantes durante el apogeo de la cultura tolteca:
Chalchiutlanetzin, gobernante entre 667 y 719 d.C.
Ixtlicuechahuac, gobernante entre 719 y 771 d.C.
Huetzin, gobernante entre 771 y 823 d.C.
Totepeuh, gobernante entre 823 y 875 d.C.
Nacaxoc, gobernante entre 875 y 927 d.C.
Mitl, gobernante entre 927 y 976 d.C.
Xiuhtzatzin, reina que gobernó entre 979 y 1031, pues murió a los 4 años de reinado y la nobleza ocupó su lugar por 48 años.
Tōpīltzin, gobernante entre 1031 y 1052 d.C.
Mitología
La mitología tolteca se conoce mayormente por las adaptaciones que de ella hicieron las culturas posteriores, dada además su influencia en los pueblos aborígenes vecinos. Su religión y cosmovisión contemplaba una serie de dioses centrales como Quetzalcóatl, Tláloc, Centéotl, Itzlacoliuhque y Tezcatlipoca, a quienes rendían culto y ofrecían sacrificios humanos. Suyo es el origen del mito de Quetzalcóatl, heredado por otras culturas y distorsionado hasta convertirse en una multiplicidad de versiones. En casi todas, no obstante, se observa la caída del dios por haber cedido a sus pasiones carnales.
Decadencia
La decadencia del imperio tolteca tuvo lugar en el período posclásico, aproximadamente hacia el año 1300 d.C. Su caída marca el inicio de la era de los aztecas.
Toltequidad
Existe hoy en día un interés renovado por la cultura tolteca y por recuperar algunos de sus sentidos culturales y religiosos, considerados herencia perdida de los pueblos mesoamericanos. Sin embargo, existen tantas discrepancias respecto a la interpretación de los mitos y los códices conservados, de la ubicación exacta de las ciudades toltecas y tal disparidad de versiones de sus mitos fundacionales, que este término y estas pretensiones son tenidas con recelo por los especialistas y académicos.