Respuestas
Nuestro cuerpo se mueve gracias a los huesos, los músculos y las articulaciones; el conjunto forma el sistema locomotor.
Los huesos nos dan consistencia, forma y nos permiten mantener las posturas. Además, protegen órganos vitales: el cráneo al cerebro, la caja torácica a los pulmones y el corazón, por ejemplo. Los huesos son además importantes para otras funciones vitales como la generación de células sanguíneas entre otras.
Sin las articulaciones no podríamos doblar los codos o flexionar las rodillas. Son las bisagras de nuestro organismo, protegidas por un cartílago que evita el roce entre los huesos.
Los músculos son el motor y hacen que los huesos se muevan ya que están unidos a ellos mediante los tendones. Cuando el músculo se contrae provoca el movimiento del hueso mediante la articulación correspondiente.
Tanto los músculos, como los huesos y las articulaciones están diseñados para estar en movimiento. La inactividad y el sedentarismo, no son nada beneficiosos para ellos produciendo distintas enfermedades. Las más comunes son:
Osteoporosis: pérdida de densidad del hueso, que si no se cuida se convierte en frágil como el cristal.
Artrosis: la enfermedad articular más importante. El cartílago protector se desgasta y los huesos rozan uno contra otro causando dolor.
Atrofia muscular: pérdida de la musculatura que disminuye la fuerza, la resistencia y la flexibilidad del músculo. Tanto la fuerza como la flexibilidad se recuperan con ejercicio.