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Cuidados en el hogar
Independientemente de que la amigdalitis esté provocada por una infección viral o bacteriana, las estrategias de cuidados en el hogar pueden hacer que tu hijo se sienta más cómodo y promover una mejor recuperación.
Si se sospecha que la amigdalitis está provocada por un virus, estas estrategias son el único tratamiento. El médico no recetará antibióticos. Es probable que tu hijo mejore dentro de los 7 a 10 días.
Las estrategias de cuidados en el hogar que debes seguir durante el tiempo de recuperación comprenden las siguientes:
Alienta el descanso. Alienta a tu hijo a que duerma mucho.
Proporciona líquidos adecuados. Haz que tu hijo beba mucha agua para mantener su garganta húmeda y prevenir la deshidratación.
Proporciona alimentos y bebidas reconfortantes. Las bebidas calientes —caldo, té sin cafeína o agua tibia con miel— y los bocadillos fríos, como palitos helados, pueden aliviar el dolor de garganta.
Prepara gárgaras con agua salada. Si tu hijo puede hacer gárgaras, una mezcla de 1 cucharadita (5 mililitros) de sal de mesa en 8 onzas (235 mililitros) de agua tibia puede ayudarlo a aliviar el dolor de garganta. Pídele al niño que haga gárgaras con la solución y luego la escupa.
Humedece el aire. Usa un humidificador de aire frío para eliminar el aire seco que pueda irritar aún más una garganta dolorida o siéntate con tu hijo durante varios minutos en un cuarto de baño con vapor.
Ofrécele pastillas medicadas. Los niños mayores de 4 años pueden chupar pastillas medicadas para aliviar el dolor de garganta.
Evita los agentes irritantes. Mantén tu hogar libre de humo de cigarrillo y de productos de limpieza que puedan irritar la garganta.
Trata el dolor y la fiebre. Habla con el médico acerca del uso de ibuprofeno (Advil, Motrin para niños y otros) o paracetamol (Tylenol y otros) para minimizar el dolor de garganta y controlar la fiebre. La fiebre baja sin dolor no requiere tratamiento.
Excepto para ciertas enfermedades, los niños y adolescentes no deben tomar aspirina para tratar síntomas de enfermedades como resfriados u otras similares a la influenza, ya que su uso se ha relacionado con el síndrome de Reye, un trastorno raro, pero que puede poner en riesgo la vida.
Antibióticos
Si la amigdalitis está provocada por una infección bacteriana, el médico recetará una serie de antibióticos. Tomar penicilina por vía oral durante 10 días es el tratamiento antibiótico más frecuente recetado para la amigdalitis provocada por estreptococos del grupo A. Si tu hijo es alérgico a la penicilina, el médico recetará un antibiótico alternativo.
El niño debe completar todo el tratamiento con antibióticos según lo recetado, incluso si los síntomas desaparecen por completo. Si no se toman todos los medicamentos según las indicaciones, la infección puede empeorar o extenderse a otras partes del cuerpo. Particularmente, no completar todo el tratamiento con antibióticos puede incrementar el riesgo del niño de padecer fiebre reumática e inflamación renal grave.
Habla con el médico o farmacéutico acerca de qué hacer si olvidas darle una dosis a tu hijo.
Cirugía
Para tratar la amigdalitis frecuente, amigdalitis crónica o amigdalitis bacteriana que no responde al tratamiento con antibióticos se puede recurrir a la cirugía para extirpar las amígdalas (amigdalectomía). Generalmente, la amigdalitis frecuente se define por lo siguiente:
Más de siete episodios en un año
Más de cuatro a cinco episodios al año en cada uno de los dos años anteriores
Más de tres episodios al año en cada uno de los tres años anteriores
También puede realizarse una amigdalectomía si la amigdalitis produce complicaciones difíciles de controlar, tales como:
Apnea obstructiva del sueño
Dificultad para respirar
Dificultad para tragar, especialmente carnes y otros alimentos en trozos grandes
Un absceso que no mejora mediante tratamiento con antibióticos
Usualmente, la amigdalectomía se realiza como un procedimiento ambulatorio, a menos que tu hijo sea muy pequeño, tenga una enfermedad compleja o surjan complicaciones durante la cirugía. Eso significa que tu hijo estaría en condiciones de volver al hogar el día de la cirugía. Por lo general, la recuperación completa tarda de 7 a 14 dias.