Respuestas
El punto de partida es esencial, porque indica la dirección que se va a seguir, marca el camino y los objetivos, y desde el comienzo están en juego los resultados que se pueden lograr. Lo primero es, entonces, tener claro por dónde y cómo empezar la creación de una empresa solidaria.
Para crear una empresa capitalista hay que empezar por... el capital. Sólo el que tiene capital para invertir, o puede conseguirlo mediante un crédito u otra forma de acceso al financiamiento, puede pensar en crear una empresa de capital.
En la economía solidaria no es así. En ella el capital no es el punto de partida de las empresas. Antes de pensar en el financiamiento de una empresa solidaria hay otras cosas más importantes que hacer, para dar comienzo a un proceso que será muy distinto al de una empresa capitalista.
He conocido muchas iniciativas que han pretendido ser de economía solidaria, y que han organizado microempresas y organizaciones económicas populares a partir de algún financiamiento obtenido por donación o mediante algún crédito conveniente. En casi todos los casos, a poco andar, esas iniciativas dejan de funcionar ...habitualmente cuando el dinero para invertir y financiar las operaciones se termina. Numerosos organismos públicos, ONGs, fondos rotatorios y otros sistemas que disponen de financiamientos para promover organizaciones económicas populares, han pensado que pueden promover la creación de microempresas solidarias ofreciendo ciertas cantidades de dinero, en base al cual convocan a los interesados a proponerles sus proyectos. Motivados por la posibilidad de acceder a los recursos, los grupos se ponen a elaborar sus proyectos, a menudo asesorados por buenos técnicos. Casi siempre esas iniciativas fracasan, y ello ha causado un injusto desprestigio de la economía solidaria y asociativa.