Respuestas
Dedique tiempo a asistir al enfermo de VIH/SIDA. ...
Vigile el peso corporal del enfermo. ...
Compruebe cuáles son los medicamentos que está tomando el enfermo. ...
Sea alentador y amable. ...
Manténgase firme acerca de la importancia de comer, pero no fuerce al enfermo a comer.
Dedique tiempo a asistir al enfermo de VIH/SIDA. Hable con él de los alimentos que necesita para mantener su peso corporal y engordar y manejar su enfermedad. Logre conocer qué alimentos le gustan o no le gustan. Hágale participar en la planificación de sus comidas.
Vigile el peso corporal del enfermo. En lo posible, pese al enfermo con regularidad y lleve un registro de su peso. Esté atento al observar que el enfermo adelgaza improvisamente, y en tal caso tome las medidas pertinentes.
Compruebe cuáles son los medicamentos que está tomando el enfermo. Lea las indicaciones para averiguar cuándo tiene que tomarlos, qué alimentos tiene que evitar y los posibles efectos secundarios.
Sea alentador y amable. Si el enfermo desea comer los alimentos que prefiere en cualquier momento del día, procúreselos. Puede de pronto dejar de gustarle un alimento, rechazar lo que se le ha preparado y desear un alimento diferente. No se trata de caprichos. Estos cambios de preferencias repentinos son una consecuencia de la enfermedad.
Manténgase firme acerca de la importancia de comer y estimule al enfermo a comer frecuentemente, pero no le fuerce. Ofrecerle demasiado alimento a la vez puede provocarle rechazo.
Si la persona está demasiado enferma para levantarse de la cama, asegúrese de que tenga de beber y un refrigerio al alcance de la mano.
Manténgase vigilante. Eche una ojeada por la casa para ver si está limpia, que no haya carencias de higiene y que haya suficientes alimentos.
Si el enfermo vive solo, usted puede invitarlo a comer con su familia. Anime a otras personas de la comunidad a que visiten al enfermo, y propóngales salir en conjunto.