• Asignatura: Castellano
  • Autor: batichicas
  • hace 8 años

crea texto con las funciones expresiva y literaria (elegir genero ) resolver porfa

Respuestas

Respuesta dada por: martinchodelamp8kiqd
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TEXTO CON FUNCIÓN EXPRESiVA DEL LENGUAJE: Carta

Estimada María:
                          Le escribo estas líneas porque estoy preocupada ya que hace bastante tiempo que no se la ve por el edificio. Me preocupa su ausencia. El portero, tan amable como siempre, se ofreció a comunicarse con su hijo para conseguir noticias suyas. Y sé que esta carta llegará a sus manos gracias a él.

                          Las hermosas plantas que dejó a mi cuidado están lozanas y florecidas, en especial, la drosera, gracias a la cual ya no hay insectos por aquí. Debo hacer malabarismos para que el travieso Boby no las rompa. Pero, puede estar tranquila, que el pícaro conoce ya sus límites.

                          Me gustaría volver a tener esas charlas tan amenas, para “arreglar” el mundo, como usted dice. La verdad… extraño su compañía, especialmente en estos días de soledad, en que hasta la lluvia me pone sensible y nostálgica. Usted sabe que tiene aquí una amiga incondicional que la quiere y la espera.
                                                                                                             Ema


TEXTO CON FUNCIÓN LITERARIA DEL LENGUAJE; Cuento
     Cuento con señora y perro

     Doña Ema era una mujer especial: su departamento brillaba, tanto por lo luminoso que era, como por la manía que tenía la propietaria de limpiar, pulir, fregar, ahuyentar moscas, mosquitos, mariposas y vecinas indeseables. 

     Nadie sabía cómo había logrado que le permitiesen vivir en el edificio con una mascota. El travieso Boby conocía sus límites, aprendidos a fuerza de las amenazas que Doña Ema le hacía con el diario enrrollado.

    La vida en un departamento podía ser extenuante para cualquier perro. Menos para él. Tenía la suerte de que una mujer como aquella lo mimara como a un niño. Eso sí: las plantas no se tocan. Pero él disfrutaba enormemente levantando la pata y apuntando a la maceta verde. Sabía que eso la volvía loca. Y en cuanto ella aparecía con el suplemento deportivo que nadie leía, hecho un rollito, las corridas y los resbalones constituían la mayor fiesta para él. Corre que te corre por todo el departamento, con los pelos revueltos por la velocidad y dando ladridos de alegría que nadie podía interpretar.

   Aquella vez fue diferente. Enfundado en su primoroso chalequito, que a él le parecía ridículo, pero que aceptaba por amor incondicional a doña Ema, se acercó a la maceta verde. Sigilosamente… Furtivamente… Mirando de reojo a la ama para asegurarse del momento exacto en que ella lo descubriría haciendo de la suyas.

   Cuando todo estuvo bajo su control, el irreverente caniche levantó la pata. En un involuntario parpadeo, la mujer, con el garrote de papel en la mano, borró la que sería la última imagen del Boby.

   Sólo se oyó un “glop” certero y, fatalmente, el pequeño can desapareció entre las fauces de “la Drosita”, la exótica planta carnívora, regalo de la vecina.
   
   Lo más triste fue que la planta devolvió el chalequito con un eructo descomunal. Se había cansado del ayuno forzado por la falta de moscas e insectos.


(Puedes elegir. Espero que te gusten y que te sean útiles. Los inventé anoche para ti, pero "perdí" tu pregunta, y me llevó tiempo encontrarla. Hazme conocer tu opinión, por favor. Puedes modificar los textos a tu antojo; fueron creados para ti!)
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