Respuestas
1. Exceso de confianza. En sectores de las Fuerzas Militares, que en los últimos 4 años han dado fuertes golpes a las Farc -muerte de 'Raúl Reyes', Operación Jaque, muerte de 'Jojoy' y, el año pasado, la de 'Cano'-, estaría tomando fuerza la idea de que el enemigo está derrotado y que no representa la amenaza que fue en los 90. De la mano de esa percepción aparecen errores militares ligados al exceso de confianza, como el que les habría costado la vida a los soldados en Arauca.
2. Zonas descubiertas. Un importante componente de la tropa, los más preparados para la guerra, están metidos en la selva sacando a las Farc de sus enclaves históricos y a la caza de sus principales jefes. Pero entre las selvas y los centros poblados o los objetivos estratégicos (instalaciones energéticas, puentes, etc.) estarían quedando zonas descubiertas sobre las que no hay suficiente control de la Fuerza Pública y que la guerrilla aprovecha para golpear y salir.
3. La transición entre Consolidación y Espada de Honor. Tras casi dos lustros de éxitos militares en los planes Patriota y Consolidación, las Fuerzas Militares recién comienzan la estrategia Espada de Honor, que busca responder a la manera como las Farc se adaptaron a su derrota estratégica. Las operaciones estarán en cabeza de unidades más pequeñas y especializadas, en las 10 regiones más golpeadas por la guerrilla, pero mientras se da esto no se están viendo medidas de choque que recuperen la sensación de tranquilidad.
fortalezas:
Seguridad en los mares
Para enfrentar todas esas amenazas, la Armada Nacional cuenta con cuatro Fuerzas Navales, una en el Caribe, que abarca los departamentos de Bolívar, Sucre, Córdoba y el Archipiélago de San Andrés y Providencia. Otra en el Pacífico, que cubre los departamentos de Chocó, Valle, Cauca y Nariño. La de Oriente, que tiene influencia en los departamentos de Arauca, Meta, Guainía, Casanare y Vichada. Esta última cuenta con un contingente de 1.800 hombres y está conformada por batallones fluviales ubicados en las capitales de Puerto Inírida, Puerto Carreño y Arauca. La última de ellas es la del Sur, que hace presencia y control de los ríos Putumayo, Caquetá y Amazonas. Todas estas dependencias de la Armada Nacional tienen como principal función garantizar la libre navegabilidad por todos los ríos del país. Cada una de las Fuerzas Navales cuenta con una estrategia llamada 360 grados, con ella pretende establecer control fluvial y la soberanía en todas las fronteras de Colombia, para ello cuenta con batallones terrestres y marítimos.
Vigilancia en los aires
Con 15.000 hombres en sus líneas de combate y siete comandos aéreos, la Fuerza Aérea Colombiana es la segunda en su género que más vuela en el mundo, después de Estados Unidos. Una de sus principales labores es cuidar y proteger el espacio aéreo de la presencia de aeronaves que no tengan permiso para transitarlo o que intenten salir o entrar al país cargadas de drogas ilegales. La región del Urabá antioqueño es una de las zonas donde más se interceptan avionetas con alucinógenos, narró el comandante de la Fuerza Aérea.
Por otro lado, mientras en el 2000 se reportaban 185 invasiones de aeronaves al espacio aéreo colombiano, en la actualidad no superan las 30, lo que habla de su efectividad. Esta fuerza también cumple labores de apoyo a las comunidades apartadas. En un video exhibido en el foro se mostró a los asistentes cómo los uniformados transportaron en sus naves a un adolescente picado en la selva por una culebra.
Del 11 al 19 de agosto la Fuerza Aérea Colombiana fue visitada por sus similares de Carolina del Sur, Estados Unidos, para intercambiar conocimientos en maniobras de combate aéreo y en mantenimiento a las aeronaves. Fue un ejercicio que se realizó en la Base Aérea de Rionegro e involucró a 250 personas, entre técnicos y pilotos, 112 de ellos eran de Estados Unidos y 138 colombianos. Dichas pruebas exhibieron la potencia y efectividad de los aviones F-16 traídos de Carolina del Sur, frente a los Kfir utilizados por los pilotos colombianos. El reto que quedó de dichas maniobras conjuntas en aquella ocasión fue mantener los lazos de colaboración con esta fuerza estadounidense y, según el comandante Aéreo de Combate número cinco, Héctor Luis Carrascal Varela, “los aviones de combate e interceptación colombianos, conocidos como Kfir, llevan más de 25 años de operación, por ello el paso a seguir es comprar algunas flotas de los modernos F-16”.