• Asignatura: Historia
  • Autor: jhenol
  • hace 9 años

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El coleccionista de incultos
Un anciano samurai se dedicaba a enseñar el budismo zen a los jovenes. A pesar de su edad, corria la leyenda de que era capaz de vencer a cualquier adversario.
Un joven e impaciente guerrero que jamas habia perdido una batalla, decidio derrotarlo y aumentar aun mas su fama. El guerrero reto al sumarai y el anciano acepto es desafio. Fueron a la plaza de la ciudad, donde el jovenloescupio en la cara, le arrojo piedras y lo insulto. Asi siguio durante varias horas pero el samurai permanecio sereno. Al anochecer, ya cansado y humillado, se retiro el joven. Decepcionados de que su maestro aceptara tantos insultos, los alumnos le preguntaron: ¿como ha podido soportar tanta indignidad? ¿por que no uso su espada en vez de mostrarse como un cobarde ante todos nosotros? El viejo samurai repuso:
-Si alguien se acerca a ti con un regalo y no lo aceptas, ¿a quien le pertenecer el regalo?
-Por supuesto, a quien intento entregarlo -respondio uno de los discipulos.
-Pues lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos añadio el maestro-. Cuanto no son captados, continuan perteneciendo a quien los cargaba consigo.




































































Respuestas

Respuesta dada por: cloen21
4
El coleccionista de incultos
Un anciano samurai se dedicaba a enseñar el budismo zen a los jovenes. A pesar de su edad, corria la leyenda de que era capaz de vencer a cualquier adversario.
Un joven e impaciente guerrero que jamas habia perdido una batalla, decidio derrotarlo y aumentar aun mas su fama. El guerrero reto al sumarai y el anciano acepto es desafio. Fueron a la plaza de la ciudad, donde el jovenloescupio en la cara, le arrojo piedras y lo insulto. Asi siguio durante varias horas pero el samurai permanecio sereno. Al anochecer, ya cansado y humillado, se retiro el joven. Decepcionados de que su maestro aceptara tantos insultos, los alumnos le preguntaron: ¿como ha podido soportar tanta indignidad? ¿por que no uso su espada en vez de mostrarse como un cobarde ante todos nosotros? El viejo samurai repuso: 
-Si alguien se acerca a ti con un regalo y no lo aceptas, ¿a quien le pertenecer el regalo?
-Por supuesto, a quien intento entregarlo -respondio uno de los discipulos. 
-Pues lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos añadio el maestro-. Cuanto no son captados, continuan perteneciendo a quien los cargaba consigo. 
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