Respuestas
El agua y el aceite no se mezclan. Todos lo sabemos. Debido a la menor densidad del aceite este flota sobre la superficie del agua. Ahora bien, si no quieres morir achicharrándote como si te hubiera caído encima la lava de un volcán en erupción, ni se te ocurra verter agua sobre el aceite hirviendo o en llamas en una sartén que hayas dejado olvidada en tu cocina. Algo que puede parecer obvio y que sin embargo sigue provocando numerosos y terribles accidentes.
Cuando se vierte agua sobre un recipiente en la que hay aceite hirviendo o en llamas, esta tiende a hundirse hacia el fonde del recipiente. Al hacerlo y entrar en contacto con la superficie caliente de la sartén, lo que sucede es que el agua se vaporiza inmediatamente, se convierte en vapor. ese cambio de estado prácticamente instantáneo provoca un cambio de volumen espectacular en milésimas de segundo.
Dado que este cambio de estado sucede bajo el aceite en llamas, la expansión del agua vaporizada es tan violenta que tiende a salir a la superficie de forma explosiva, impulsando el aceite. A su vez provoca que la capa de aceite se atomice, se rompa en pequeñas gotas, oxigenándolo, y de esta forma se crea una perfecta y mortífera explosión volcánica.