Respuestas
La tabla periódica consiste en todos los elementos de que saben los científicos. Estos elementos se agrupan sistemáticamente para dar ciertos datos al leerla. Cada elemento se define por y el número de protones que tiene y un símbolo único. Este símbolo consiste en una, dos, o tres letras que viene de su nombre (aunque, a veces, viene del nombre en Latín). Protones, además, son las partículas con una carga positiva en el núcleo de un átomo. Hay números (por lo general son los números más destacados cerca del símbolo) que nos dicen el número de protones en cualquier elemento. También hay electrones (con una carga negativa) y neutrones (sin carga) de que se compone el núcleo. Si un elemento tuviera el mismo número de protones y electrones, claro que no tendría carga y no sería ión.
Para ver cuántos neutrones tiene un átomo, una persona mira la tabla periódica. Hay unas cifras con cada elemento que son el número atómico. Otro número que será en la cajita de un elemento en la tabla, el número másico, es el promedio (con los números más comunes teniendo más fuerza en este promedio) de los diferentes isótopos de un elemento. Los isótopos son unos átomos con el mismo número de protones, pero con una cantidad de neutrones distinta. Por consiguiente, todos los isótopos diferentes no aparecen en la tabla periódica, sino el número atómico, lo cual nos puede decir el isótopo más común del elemento. El número de protones y neutrones determinar la masa de un elemento porque el electrón no lleva suficiente masa.
Además de aquella información, la tabla periódica nos dice el estado en que el elemento suele estar a la temperatura natural de un cuarto. También, por mirar las columnas, se puede averiguar el número de electrones de valencia (es decir, cada columna, o familia, tiene el mismo). Por saber la familia de un elemento, una persona podría saber más características del elemento, si ya supiera algo de las otras “parientes” en la familia. Horizontalmente, los elementos se agrupan por las capas de valencia que tienen. Por ejemplo, el hidrógeno y el helio, agrupados horizontalmente, tienen sólo una capa en que pueden orbitar los electrones y esta capa puede contener no más de dos electrones.