Respuestas
Puede concederse al mimo teatral un origen genérico en el «μῖμος» (mimo) representado en la Antigua Grecia preclásica,5 de carácter realista y satírico y luego asociado a otros géneros como la comedia, mezclando imitaciones y acrobacias en un régimen general de improvisación.6 Cercano a la farsa, el mimo greco-romano coincidía en la temática «ligera, festiva y obscena por lo general». 7 Los primeros autores relacionados con el género fueron Epicarmo de Cos y Sofrón de Siracusa, en el siglo v antes de Cristo.678
Algunas fuentes mencionan a Puladēs de Cilicia como uno de los creadores del mimo trágico, y a Bathullos de Alejandría, como creador del mimo cómico.9
En Roma, Trajano desterró a los mimos, Calígula les favoreció, Marco Aurelio los hizo sacerdotes de Apolo y Nerón actuó él mismo como un mimo.10 Su popularidad a lo largo del periodo imperial romano llegaría a eclipsar al drama culto; sin embargo, en el siglo v, la Iglesia, llegaría a excomulgar a los actores y conseguir del emperador la clausura de los teatros un siglo después.6
Conservado en la Europa Medieval por las compañías ambulantes, resurgió y se y difundió con la Commedia dell'Arte,8 tuvo entre sus más dignos representantes al bufón y al cómico de la legua.1112 También se asocia el mimo teatral con precedentes carnavalescos13
Su más moderna expresión y desarrollo se debe al mimo y saltimbanqui Jean-Gaspard Deburau, que en el París del siglo xix inmortalizó la figura silenciosa con la cara enharinada. Le seguiría luego Jacques Copeau, muy influenciado por la referida ‘comedia del arte’; su discípulo Étienne Decroux desarrolló el mimo corporal. Más tarde, Jacques Lecoq sintetizó la mímica y el teatro físico.14 En esta línea, el último gran representante francés fue Marcel Marceau.