Respuestas
Narrador: Ante este segundo alarido, Juan Sin Miedo le tapó al espectro la boca con una bandeja que adornaba la mesa. Así el espanto quedó mudo y se deshizo en el aire. Cuando el soberano vino a ver sus logros la siguiente mañana, pensó que solo era suerte, pues aun restaban dos noches.
Pasó el día y se fue el sol. Como la noche anterior, Juan Sin Miedo se fue a dormir, pero esta vez apareció un fantasma espantoso que lanzó un bramido.
Fantasma: ¡Uhhhhhhhhhh!
Narrador: Juan Sin Miedo tomó un hacha que colgaba de la pared, y cortó la cadena que arrastraba la bola unida al grillete del aparecido. Al no estar sujeto, el fantasma se elevó y desapareció.
El rey pasó por ahí al amanecer y pensó que la prueba definitiva estaba cerca, pues la tercera noche era la que contaba. Al caer la noche; Juan Sin Miedo ya dormía y escuchó una espeluznante momia acercandose.
Juan: Dime qué motivo tienes para interrumpir mi sueño.
Narrador: Como no le respondió, agarró ele extremo de la venda y tiró. Hasta retirarlas todas y encontrarse a un mago.
Mago: Mi magia no vale contra ti. Déjame libre y romperé el encantamiento.
Narrador: La ciudad entera se había reunido a las puertas del castillo, para celebrar los logros de Juan Sin Miedo.
Rey: ¡Cumpliré mi promesa!, te casaras con mi hija y serás el príncipe del pueblo.
Narrador: Y así fue, Juan si miedo contrajo matrimonio y se convirtió también en gobernante. Pero aquí no termina la historia: cierto día en que el ahora príncipe dormía, la princesa decidió sorprenderle regalándole una pecera. Pero tropezó al inclinarse, y el contenido, agua y peces cayeron sobre el lecho que ocupaba Juan.
Juan: (sorprendido)
¡Ahhhhhh!¡Qué miedo!
Narrador: La princesa reía viendo cómo unos simples peces de colores habían asustado al que permaneció impasible ante espectros y aparecidos.
Princesa:
(riendo en complicidad)
Te guardaré el secreto.
Narrador: Y así lo hizo, por eso hasta el día de hoy aún se le conoce como Juan Sin Miedo.
FIN
-aqui una parte espero y te ayude :'3-