Reflexiono sobre los elementos que conforman mi dialecto y comparto mis ideas con el curso.
Respuestas
EL LATÍN VULGAR O HABLADO.-
El fondo primitivo del idioma español, su elemento esencial, es el latín vulgar, propagado en España desde fines del siglo III antes de Cristo, el cual no debe confundirse con el latín que se escribía en la decadencia del Imperio romano, ni menos con el bajo latín que se usaba en la Edad Media; aunque estos dos difieran a veces mucho del latín de Cicerón o de Livio, siempre están, al menos en cuanto a las grafías y formas, más próximos del latín clásico que del vulgar, si bien pueden acercarse más a éste en cuanto a la construcción. El latín vulgar no se diferencia del clásico por la fecha, pues es tan antiguo, y más, que el latín literario; vivió siempre al lado de él, aunque no siempre igualmente divorciado de él.
Desde luego sería absurdo suponer que el latín vulgar vivía en completo divorcio del latín clásico o escrito: no se diferenciaban tanto como para eso; y el latín de los libros, como superior en ideas y en perfección, tuvo que influir continuamente sobre el latín ordinario, lo mismo en tiempos de Cicerón, César y Virgilio que en los de Tertuliano, san Jerónimo o san Agustín, y que en el período de origines de las lenguas romances. Hay, pues, voces literarias introducidas en el habla vulgar en período muy remoto, y ésas siguieron generalmente en su desarrollo igual proceso que las voces populares. Pero además, después de la formación de las lenguas romances, los pueblos nuevos creados sobre las ruinas del Imperio continuaron usando el latín como lengua escrita y jamás dejaron de estudiar los autores clásicos; sobre todo se generalizó el estudio de éstos con el Renacimiento, en los siglosXV y XVI, así que en todas las épocas fué abundante el influjo del latín escrito sobre el romance hablado. -Las voces literarias de introducción más tardía en el idioma, tomadas de los libros cuando el latín clásico era ya lengua.muerta, son las que llamaremos en adelante voces cultas, y conviene distinguirlas siempre en el estudio histórico, pues tienen un desarrollo distinto de las voces estrictamente populares. Mientras éstas son producto de una evolución espontánea y no interrumpida desde los periodos más antiguos, las palabras cultas son introducidas cuando esa evolución popular habia terminado o iba muy adelantada en su camino, y por lo tanto no paliicipan cte toda la compleja serie de cambios que sufrieron en su evolución las voces primitivas del idiomá. En general, las voces cultas apenas sufrieron modificaciones, como se puede observar en cualquiera de las muchas palabras latinas que, después de haber sido usadas y transformadas por el vulgo, fueron segunda vez incorporadas al idioma por los literatos. Por ejemplo: el vulgo hispano-romano usaba el diminutivo artĭcŭlus en el sentido concreto de artus o nudillo del dedo, y de ahi se derivó el vocablo popular artejo, según las leyes esenciales del castellano (v. §§ II¹ y 57²); pero más tarde los eruditos volvieron a tomar la voz, no de la pronunciación, sino de los libros, y mantuvieron la ĭ como i, y conservaron la ŭ postónica, contra el § 25²; en suma, conservaron toda la palabra tal como la veían escrita, sin alteración: artículo; ésta es, pues, una palabra que entró en el idioma por la vista, mientras artejo entró por medio del oído. La misma diferencia se puede notar entre el vulgar heñir de fĭngĕre y el cultofingir, pues éste no cumple con los §§ 18¹ y 47 ³' y sólo modificó la voz latina en la terminación, pasando el verbo de la conjugación en -er a la en -ir . Intacto también queda el culto sexto, sexta, de sĕxtus, sin cumplir con los §§ 10 y 5 I² , mientras el popular siesta sufrió los cambios tradicionales. Igual observación cabe hacer respecto del culto círculo y el popular cercha (§ 6 I²)' del culto cátedra y el popular cadera (§§ 6¹ y 40, n.). Y adviértase de paso, en cuanto a la acepción, que en los casos citados en que un mismo tipo latino produjo una voz en boca del pueblo y otra en los escritos de los eruditos, la voz popular tiene una significación más concreta y material, mientras la culta la tiene más general, elevada o metafórica.
En lingüística, la palabra dialecto hace referencia a una de las posibles variedades de una lengua; frecuentemente se usa el término dialecto para referirse a una variante geográfica de una lengua asociada con una determinada zona (de ahí que también se use como término sinónimo la palabra geolecto o, en terminología de Eugenio Coseriu, las expresiones variedad sintópica y norma espacial). Más concretamente, un dialecto es:
Un sistema de signos desgajado de una lengua común, viva o desaparecida, normalmente, con una concreta limitación geográfica, pero sin una fuerte diferenciación frente a otros de origen común.3