Respuestas
Las hormonas femeninas tienen la función esencial de posibilitar y regular la función del aparato genital de la mujer. Hay dos tipos:
Estrógenos.Progesterona.
La producción de las hormonas femeninas, se inicia ya en la etapa intrauterina. Sus niveles son bajos durante la infancia, siendo durante la pubertad cuándo se aumenta su producción. Las hormonas femeninas son esenciales para que se produzca la fecundación, implantación, embarazo y parto durante la etapa adulta.
Estrógenos
Los estrógenos son hormonas femeninas producidas principalmente en los ovarios. Su función principal es la maduración del aparato genital femenino para hacerlo fértil. Los estrógenos producen varios efectos como:
Crecimiento de cabello y uñas.
Aumenta la acumulación de grasa corporal y en la zona genital.
Aumento de los senos.
Desarrollo del pezón y areola.
Amplitud de pelvis.
Ablandamiento de huesos.
Cambios en el sistema venoso.
Retención de líquidos.
Progesterona
La progesterona es una hormona femenina del cuerpo lúteo que se forma con la ruptura cíclica de un folículo ovárico. Esta hormona femenina es necesaria para que el útero y los senos se desarrollen y funcionen correctamente. Actúa principalmente durante la segunda parte del ciclo menstrual, frenando los cambios proliferativos endometriales que inducen los estrógenos y estimulando los cambios madurativos, preparando así al endometrio para la implantación del embrión. Estos efectos también ocurren en la mama.
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RESPUESTA:
Las hormonas foliculoestimulante (folitropina) y luteinizante (las gonadotropinas), que estimulan la producción de esperma por los testículos, de óvulos por los ovarios y de hormonas sexuales ( testosterona y estrógenos) por los órganos sexuales.
La hipófisis (glándula pituitaria) es una glándula del tamaño de un guisante que se aloja en el interior de una estructura ósea denominada silla turca, en la base del cerebro. La silla turca protege la hipófisis, pero deja muy poco espacio para su expansión.
La hipófisis regula la actividad de la mayor parte de las demás glándulas endocrinas y, por tanto, en ocasiones recibe el nombre de glándula maestra. A su vez, el hipotálamo, una región del cerebro situada justo encima de la hipófisis, controla gran parte de la actividad de esta última. El hipotálamo o la hipófisis determinan la cantidad de estimulación que necesitan las glándulas sobre las que actúan mediante las concentraciones de las hormonas producidas por las glándulas que están bajo el control de la hipófisis (glándulas de actuación).
La hipófisis (glándula pituitaria) consta de dos partes definidas:
Lóbulo frontal (anterior), que representa el 80% del peso de la glándula
Lóbulo dorsal (posterior)
Ambos lóbulos se conectan con el hipotálamo a través de un tallo que contiene vasos sanguíneos y proyecciones de las células nerviosas (fibras nerviosas o axones). El hipotálamo controla el lóbulo anterior mediante la liberación de hormonas a través de los vasos sanguíneos de conexión; a su vez, controla el lóbulo posterior mediante impulsos nerviosos.
No todas las hormonas de la hipófisis se producen de forma continua. La mayoría se liberan en ciclos de entre 1 y 3 horas, con periodos alternos de actividad e inactividad. Algunas de las hormonas, como la hormona adrenocorticotrópica ( ACTH), la hormona del crecimiento (somatotropina) y la prolactina siguen un ritmo circadiano: sus concentraciones suben y bajan de manera predecible durante el día, suelen alcanzar el nivel máximo justo antes de despertar y descienden a los valores más bajos antes de dormir. Las concentraciones de otras hormonas varían en función de otros factores. Por ejemplo, en las mujeres, las concentraciones de las hormonas luteinizante y foliculoestimulante, que controlan la funcionalidad reproductora, varían durante el ciclo menstrual.