• Asignatura: Castellano
  • Autor: javiercoellol
  • hace 8 años

“Odio el año nuevo”, la diatriba de Antonio Gramsci

Cada mañana, cuando me despierto otra vez bajo el manto del cielo, siento que es para mí año nuevo. De ahí que odie esos Años Nuevos de fecha fija que convierten la vida y el espíritu humano en un asunto comercial con sus consumos y su balance y previsión de gastos e ingresos de la vieja y nueva gestión. Estos balances hacen perder el sentido de continuidad de la vida y del espíritu. Se acaba creyendo que de verdad entre un año y otro hay una solución de continuidad y que empieza una nueva historia, y se hacen buenos propósitos y se lamentan los despropósitos, etc., etc. Es un mal propio de las fechas. Dicen que la cronología es la osamenta de la historia; puede ser. Pero también conviene reconocer que son cuatro o cinco las fechas fundamentales, que toda persona tiene bien presente en su cerebro, que han representado malas pasadas. También están los Años Nuevos. El año nuevo de la historia romana, o el de la Edad Media, o el de la Edad Moderna. Y se han vuelto tan presentes que a veces nos sorprendemos a nosotros mismos pensando que la vida en Italia empezó en el año 752, y que 1192 y 1490 son como unas montañas que la humanidad superó de repente para encontrarse en un Nuevo Mundo, para entrar en una nueva vida. Así la fecha se convierte en una molestia, un parapeto que impide ver que la historia sigue desarrollándose siguiendo una misma línea fundamental, sin bruscas paradas, como cuando en el cinematógrafo se rompe la película y se da un intervalo de luz cegadora. Por eso odio el Año Nuevo. Quiero que cada mañana sea para mí Año Nuevo. Cada día quiero echar cuentas conmigo mismo, y renovarme cada día. Ningún día previamente establecido para el descanso. Las paradas las escojo yo mismo, cuando me sienta borracho de vida intensa y quiera sumergirme en la animalidad para regresar con más vigor. Ningún disfraz espiritual. Cada hora de mi vida quisiera que fuera nueva, aunque ligada a las pasadas. Ningún día de jolgorio en verso obligado, colectivo, a compartir con extraños que no me interesan. Porque han festejado los nombres de nuestros abuelos, etc., ¿deberíamos también nosotros querer festejar? Todo esto da náuseas.

[1º de enero de 1916, periódico Avanti! (recogido en el libro Bajo la Mole – Fragmentos de Civilización); traducción tomada del sitio gramscimania.info.ve]

¿Qué tipo de texto no literario es?

Respuesta:

¿Cuál es la idea principal del texto?

Respuesta:9

¿Cuáles son las ideas secundarias? (escriba solo dos)

Respuesta:

Respuestas

Respuesta dada por: carolinaram
5

Odio el año nuevo” texto publicado en Turín el 1º de Enero de 1916 en el periódico italiano Avanti!. Escrito por el filosofo, político y periodista italiano Antonio Gramsci.

 

a)    Es un texto de tipo no literario Normativo, ya que en el predomina el lenguaje no poético y el autor desarrolla su actuar ante la sociedad, como un seguidor de la izquierda política.

 

b)    Idea principal: la idea principal gira alrededor de “para mi cada mañana sea un año nuevo”

 

c)    Ideas secundarias:

 

Los años nuevos fijados, convierten la vida en un asunto comercial.

 

Cada año nuevo fijo, se convierte en un parapeto que impide ver el desarrollo de la historia como una misma línea fundamental

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