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Ulises, rey de Itaca, una isla griega, en su peregrinación con sus doce barcos en el mar Mediterráneo, se encontró con la ira de Zeus que había desencadenado otra tormenta, y desembarcaron en una gran isla llamada Sicilia, la tierra de los Cíclopes.
En la isla de Sicilia, vivieron siete hermanos, todos eran gigantescos y terribles Solo se conocían los nombres de cuatro de ellos: Bronte - Sterope - Arge y Polifermo. Polifemo era el mayor y el más monstruoso. Estos siete hermanos eran los hijos de Poseidón y pertenecían a la raza de los Cíclopes, tenían un único ojo grande en el medio de la frente. Todos vivían de la cría de ovejas, y eran villanos rudos y desagradables.
Ulises y sus hombres bebieron y comieron todo lo que había en la cueva de Polifermo, pero estando en esto, llego el gigante y los encerró.
Ulises le dio un vino muy fuerte a Polifermo, para emborracharle y así poder escapar, pero antes de caer dormido el gigante Ulises le dijo que su nombre era “Nadie” o “Ningún hombre”.
Al verle dormido Ulises encendió una estaca y se la clavó en su único ojo a Polifermo. Este gritando adolorido llamo a sus hermanos, diciendo: “nadie me ha herido”, pero sus hermanos creyéndole loco lo dejaron solo.
Cuando Polifermo saco a pastar a sus ovejas, Ulises y sus hombres se habían atado al vientre de las ovejas. Polifermo palpo sus lomos para evitar que los hombres escaparan en ellas, pero no se dio cuenta que iban atados en sus vientres. Así, Ulises y sus hombres escaparon de Polifermo