Respuestas
Respuesta dada por:
1
Dentro del complejo arte de la pesca hay una técnica que por años ha estado en el ojo del huracán. Se trata de la pesca de arrastre, que en sus dos versiones -media agua y de fondo- genera opiniones disímiles y contrarias.
Guardando prudente distancia, Teófilo Melo, director de la Escuela de Ciencias del Mar de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), recalca que "cualquier actividad pesquera, por mínima que sea, implica un disturbio en el medio".Aclarando que su visión no pretende caer en absolutos, el académico explica que los impactos se diferencian por su mitigación. "El vertimiento de aguas, por ejemplo, termina siendo imperceptible en términos de volumen. No así la pesca de arrastre; su mayor o menor influencia depende de las cantidades y la disponibilidad de recursos que haya", expone.Algo buenoPara Melo, la disponibilidad de recursos marinos es clave en cualquier juicio sobre la pesca de arrastre. "En nuestras costas hay una mayor diversidad de recursos, pero en mucho menor cantidad que en la parte atlántica de América. Eso puede generar alteraciones pues el arrastre, al no ser selectivo, indistintamente provoca desequilibrios en un biosistema al retirar grandes volumenes de especies", explica.Enzo Acuña, médico veterinario y académico de la Universidad Católica del Norte, recomienda precaución al generalizar el contexto. "Se debe diferenciar la explotación de recursos en el talud continental, donde generalmente actúa el arrastre, y que a su vez presenta una menor diversidad que la zona de la plataforma continental", acota.En lo que ambos expertos coinciden, sin embargo, es en la utilidad práctica de la pesca de arrastre. "Como país en desarrollo no nos podemos dar el lujo de excluir una actividad pesquera importante que da empleo y aporta al país. Sin embargo, hay que saber sacar partido a la recursividad marina sin amenazar el sustento de las comunidades", expone Acuña.Teófilo Melo respalda la tesis de su colega. "La pesca de arrastre es una actividad económica importantísima para el país que hace un uso más intensivo de la mano de obra y genera una industria colateral grande", argumenta.Reconoce, no obstante, que como país se debe avanzar en las técnicas de selectividad y legislación al respecto.Arrastre satanizadoLa afirmación suena exagerada, quizás, pero en la ONG Oceana no le ven muchas cosas buenas a la industria pesquera de arrastre. Marcel Claude, economista y vicepresidente para Chile de la entidad, aclara que no buscan la prohibición total de la técnica, sino más bien "su correcta regulación y la eliminación de las peores formas de arrastre para proteger comunidades complejas y biodiversas".Los reparos son principalmente con el arrastre de fondo, que deja entrever tres graves problemas. "Se produce un descarte o pesca incidental cuando se capturan especies diferentes de las que se quiere atrapar; además hay una sobreexplotación de los recursos marinos que son la base del progreso del país y por último genera pobreza en los otros sectores, como la pesca artesanal".Claude agrega que la legislación pesquera "debe velar para que sectores pobres tengan acceso a los pocos recursos que hay. El arrastre depreda las cuotas de los artesanales, además de generar menos empleo y consecuencias nefastas para el ecosistema marino a largo plazo".Enzo Acuña aclara, sin embargo, que la ley protege ciertas áreas de rica diversidad como los sectores de bahías. "Hay también intentos por aminorar el impacto del arrastre y mejorar la selectividad de la captura", asevera.Finalmente, Melo propone centrar la discusión en la racionalidad en las capturas y la sostenibilidad en el tiempo de los recursos. Acuña agrega que "queda mucho por investigar y luego legislar".
Antecedentes del Arrastre
Guardando prudente distancia, Teófilo Melo, director de la Escuela de Ciencias del Mar de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), recalca que "cualquier actividad pesquera, por mínima que sea, implica un disturbio en el medio".Aclarando que su visión no pretende caer en absolutos, el académico explica que los impactos se diferencian por su mitigación. "El vertimiento de aguas, por ejemplo, termina siendo imperceptible en términos de volumen. No así la pesca de arrastre; su mayor o menor influencia depende de las cantidades y la disponibilidad de recursos que haya", expone.Algo buenoPara Melo, la disponibilidad de recursos marinos es clave en cualquier juicio sobre la pesca de arrastre. "En nuestras costas hay una mayor diversidad de recursos, pero en mucho menor cantidad que en la parte atlántica de América. Eso puede generar alteraciones pues el arrastre, al no ser selectivo, indistintamente provoca desequilibrios en un biosistema al retirar grandes volumenes de especies", explica.Enzo Acuña, médico veterinario y académico de la Universidad Católica del Norte, recomienda precaución al generalizar el contexto. "Se debe diferenciar la explotación de recursos en el talud continental, donde generalmente actúa el arrastre, y que a su vez presenta una menor diversidad que la zona de la plataforma continental", acota.En lo que ambos expertos coinciden, sin embargo, es en la utilidad práctica de la pesca de arrastre. "Como país en desarrollo no nos podemos dar el lujo de excluir una actividad pesquera importante que da empleo y aporta al país. Sin embargo, hay que saber sacar partido a la recursividad marina sin amenazar el sustento de las comunidades", expone Acuña.Teófilo Melo respalda la tesis de su colega. "La pesca de arrastre es una actividad económica importantísima para el país que hace un uso más intensivo de la mano de obra y genera una industria colateral grande", argumenta.Reconoce, no obstante, que como país se debe avanzar en las técnicas de selectividad y legislación al respecto.Arrastre satanizadoLa afirmación suena exagerada, quizás, pero en la ONG Oceana no le ven muchas cosas buenas a la industria pesquera de arrastre. Marcel Claude, economista y vicepresidente para Chile de la entidad, aclara que no buscan la prohibición total de la técnica, sino más bien "su correcta regulación y la eliminación de las peores formas de arrastre para proteger comunidades complejas y biodiversas".Los reparos son principalmente con el arrastre de fondo, que deja entrever tres graves problemas. "Se produce un descarte o pesca incidental cuando se capturan especies diferentes de las que se quiere atrapar; además hay una sobreexplotación de los recursos marinos que son la base del progreso del país y por último genera pobreza en los otros sectores, como la pesca artesanal".Claude agrega que la legislación pesquera "debe velar para que sectores pobres tengan acceso a los pocos recursos que hay. El arrastre depreda las cuotas de los artesanales, además de generar menos empleo y consecuencias nefastas para el ecosistema marino a largo plazo".Enzo Acuña aclara, sin embargo, que la ley protege ciertas áreas de rica diversidad como los sectores de bahías. "Hay también intentos por aminorar el impacto del arrastre y mejorar la selectividad de la captura", asevera.Finalmente, Melo propone centrar la discusión en la racionalidad en las capturas y la sostenibilidad en el tiempo de los recursos. Acuña agrega que "queda mucho por investigar y luego legislar".
Antecedentes del Arrastre
Preguntas similares
hace 9 años
hace 9 años
hace 9 años