Respuestas
La leyenda de las brujas Ibarra tiene dos versiones. La primera leyenda cuenta que las brujas eran utilizadas por los pobladores de Ibarra como mensajeras, debido a que con ellas las noticias llegaban mucho más rápido; las brujas llegaban con las noticias al pueblo a horas de la noche. La segunda leyenda cuenta que las brujas de ibarra asustaban a los pobladores por la noche y en la madrugada con sus tétricas risas, además se cuenta que las brujas desaparecían a todo aquel que se burlara de ellas.
Respuesta:
Dicho esto, desplomóse cuan largo era en el patio de la casa, en medio de los ladridos de los perros y de
los vecinos que lo encontraron magullado y vestido de traje blanco, con cintas y encajes. Aunque pidió
discreción, al otro día toda Mira conoció esta historia y su único argumento fue se enredó en la vestimenta.
Obviamente, no pudo aclarar qué hacía subido en la chimenea y con un vestido de dama. Hay quienes
dicen que las brujas aún pasan por los tejados de Ibarra. Es posible. Mas, nunca se han caracterizado –
como lo eran acusadas en la Inquisición Española- de artilugios malévolos.
Su único delito, podría decirse, es volar para conocer tierras lejanas o para visitar a algún amante venturoso
que abre su puerta antes que la maga tope el suelo. Hay quienes dicen haberlas visto reunidas practicando
iniciaciones antiquísimas, en medio de un prado. Con suerte, si levantamos a mirar el cielo en una noche
de luna es posible que localicemos a una bruja que regresa del sur y pasa por encima del pequeño Ceibo,
del parque Pedro Moncayo, que ha empezado a brotar sus hojas
Explicación:
Por eso los políticos de turno o las autoridades, que siempre ofrecen solucionar todos los problemas, se
dan cuenta de los fatídicos brebajes demasiado tarde: quedan arrumados en las sillas de madera, con un
olor imperceptible a aguardiente, que es uno de los ingredientes del tardón, elaborado de papa y de
secretísimos compuestos que ha sido imposible develar. Cuando alguna autoridad trataba de levantarse
caía en cuenta que sus honorables posaderas estaban como pegadas a la silla. ¿Cuáles eran las palabras
mágicas para volar? De boca en boca ha llegado hasta estos días lo que decían las brujas ecuatorianas: “De
villa en villa y de viga en viga, sin Dios ni Santa María” y tras pronunciar este conjuro levantaban vuelo.