Respuestas
Anarquía militar es la denominación historiográfica del período del Imperio romano que transcurre entre 235 y 268, durante el cual el ejército romano, en distintos momentos y lugares, y por distintas unidades militares, llegó a proclamar muchos emperadores romanos, cada uno de ellos con un poder efectivo o control territorial muy diferente; casi todos enemigos entre sí y en lucha unos contra otros. En efecto, entre los años 235 y 268, gobernaron no menos de 26 emperadores de los cuales solo uno sufrió una muerte natural, mientras que todos los demás cayeron en combate o fueron asesinados. En ese medio siglo calamitoso se disparó la inflación -el costo de la vida subió en más de mil por ciento-, mientras que las fronteras se vieron constantemente asediadas y sobrepasadas. Esto último obligó a los gobernantes a subir los impuestos que se cobraban a la población, para así poder enfrentar los crecientes gastos de defensa, incluyendo el pago a mercenarios germanos que comenzaron a asumir cada vez mayores responsabilidades en la protección del Imperio romano.[1]
Corresponde al momento inicial de la denominada Crisis del siglo III que abre la decadencia del Imperio romano y el extenso periodo histórico denominado la Antigüedad tardía.
Respuesta:
Una
Anarquía militar es la denominación historiográfica del período del Imperio romano que transcurre entre 235 y 268, durante el cual el ejército romano, en distintos momentos y lugares, y por distintas unidades militares, llegó a proclamar muchos emperadores romanos, cada uno de ellos con un poder efectivo o control territorial muy diferente; casi todos enemigos entre sí y en lucha unos contra otros. En efecto, entre los años 235 y 268, gobernaron no menos de 26 emperadores de los cuales solo uno sufrió una muerte natural, mientras que todos los demás cayeron en combate o fueron asesinados. En ese medio siglo calamitoso se disparó la inflación -el costo de la vida subió en más de mil por ciento-, mientras que las fronteras se vieron constantemente asediadas y sobrepasadas. Esto último obligó a los gobernantes a subir los impuestos que se cobraban a la población, para así poder enfrentar los crecientes gastos de defensa, incluyendo el pago a mercenarios germanos que comenzaron a asumir cada vez mayores responsabilidades en la protección del Imperio romano.[1]
Corresponde al momento inicial de la denominada Crisis del siglo III que abre la decadencia del Imperio romano y el extenso periodo histórico denominado la Antigüedad tardía.