Respuestas
La Revolución cubana es el principal resultado del movimiento revolucionario cubano de izquierda que provocó la caída del régimen del dictador Fulgencio Batista, y la llegada al poder del líder del Ejército Guerrillero, Fidel Castro. Como los revolucionarios continúan en el poder desde entonces, se considera a la revolución como el período comprendido entre el alzamiento contra Batista y la actualidad.45
La Revolución cubana ha representado un evento importante en la historia de América al ser la primera y con más éxito de varias revoluciones de izquierdas que sucedieron en diversos países del continente. El régimen resultante de la revolución —considerado por organizaciones como Amnistía Internacional como autoritario y restrictivo67— ha mantenido el gobierno en el país a pesar de la enorme cantidad de adversidades, manteniéndose a flote incluso luego de la caída del bloque socialista. Se le ha acusado de violar algunos derechos como la libertad de expresión o la libertad de circulación,8 si bien en términos generales ha resultado exitosa en muchas de las reformas que ha hecho, principalmente en el sistema de salud y el sistema educativo público y gratuito. Estados Unidos mantiene un embargo económico a la isla desde principios de los años 60 del siglo XX. Esta política es considerada como «bloqueo económico» en el marco de las Naciones Unidas y rechazada cada año por la Asamblea General de esa instancia internacional que vota a favor de una resolución denominada Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba. A pesar de la presión internacional, Estados Unidos sigue justificando su política anteponiendo la existencia de numerosas denuncias de violaciones de los derechos humanos en la isla. Tanto la persistencia norteamericana en las sanciones unilaterales contra Cuba como los efectos que esto trae a su población quedan reflejados en múltiples resoluciones de las Naciones Unidas desde el año 1992.
La revolución puso fin a la dictadura de Fulgencio Batista, que había llegado al poder el 10 de marzo de 1952, encabezando un golpe conocido como el “madrugazo”. Contó además con el apoyo firme del Ejército, el imperialismo y la burguesía. En aquel tiempo Cuba enfrentaba una grave situación por la caída de la demanda del azúcar, motor de la economía local, y la apertura de una fuerte crisis social. Cuba vivía en la degradación social producto de la dominación imperialista. La Habana era un gran burdel donde se divertían los norteamericanos y hacían grandes negocios los integrantes de la mafia.
En 1958 la mortalidad infantil se situaba en los 60 niños por cada 1000 nacidos vivo, el analfabetismo era superior al 30% y la falta de vivienda asolaba a los habitantes de las ciudades. En el campo los terratenientes explotaban despóticamente a una masa gigantesca de campesinos despojados y peones rurales.
Los partidos opositores –entre ellos el estalinista Partido Socialista Popular- se mantuvieron pasivos frente al nuevo gobierno y declamaron su oposición sólo de palabra, sin mover un dedo contra la dictadura. Las primeras confrontaciones vendrán de los estudiantes y la juventud pequeñoburguesa. Apoyándose en este sector, el entonces dirigente del Partido Ortodoxo, Fidel Castro, intentará provocar una insurrección asaltando el cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953. Pese al fracaso, la repercusión de esta acción y el alegato de su defensa en el juicio conocido como “La historia me absolverá”, hacen de Fidel una figura popular. Liberado al poco tiempo, conformará el Movimiento 26 de Julio (M 26).
El 2 de diciembre de 1956 el Granma desembarca en las costas cubanas y los miembros del grupo guerrillero son emboscados por el Ejército. De los 82 miembros originales de la expedición se reagrupan una veintena dando origen a la leyenda guerrillera de la Sierra Maestra. Lo cierto es que el Movimiento 26 de Julio era un extendido movimiento de oposición, con peso en las ciudades y apoyo de masas. Su programa original, tal como se expresa en el Manifiesto de la Sierra Maestra, era restaurar la Constitución de 1940 y realizar una tímida reforma agraria. Sobre esta base el M26 impulsa una política de alianza policlasista con el resto de las fuerzas opositoras con las que firmará el Pacto de Caracas. Paralelamente, la lucha de clases de obreros y campesinos irá horadando las bases de la dictadura de Batista. En 1955 los trabajadores del azúcar en las ciudades de Santiago, Camagüey y Las Villas llevan adelante una violenta huelga reprimida duramente por la dictadura. Los zafreros en breve tiempo pasaron de exigir salarios a gritar a viva voz ¡abajo el gobierno criminal!. En 1957 una huelga general tiene epicentro en la ciudad de Santiago, tras el asesinato de Frank Pais, popular dirigente urbano del M26. Según relata Ernesto “Che” Guevara, esta huelga “… sirvió para que nos diésemos cuenta que era necesario incorporar a la lucha por la liberación de Cuba al factor social de los trabajadores inmediatamente comenzaron las labores clandestinas en los centros obreros para preparar una huelga general que ayudara al Ejército Rebelde a conquistar el poder”. Luego de derrotar el cerco militar sobre la Sierra Maestra, a fines de 1958, las columnas del Ejército Rebelde dirigidas por el Che y Camilo Cienfuegos propinan una fuerte derrota al ejército batistiano en el combate de Santa Clara, lo que acelera su descomposición. Una huelga general de cinco días posibilita la entrada de los insurgentes a La Habana en enero de 1959 y la posterior instauración del gobierno provisional de Manuel Urrutia Lleó, antiguo Presidente de la Corte Suprema.