Respuestas
El hollín, conocido técnicamente con el nombre de creosota, se crea básicamente por una combustión a baja temperatura. Cuando la madera se quema lentamente, se producen alquitranes y otros vapores orgánicos, que al combinarse con la humedad de la combustión originan creosota en forma de vapor. Los vapores de creosota se pueden condensar en la chimenea si las paredes están frías. La creosota es muy perjudicial, principalmente por dos motivos:
1) Primero, porque reduce el tiro de la chimenea.
2) Y segundo, porque si se prende, puede provocar fuego en el interior de la chimenea.
Para evitar la formación de creosota, es de vital importancia que la combustión sea rápida y que la chimenea esté muy caliente. Es por este motivo y por algún otro (como las condensaciones) que las chimeneas están aisladas térmicamente; así los humos tienen una elevada temperatura cuando salen a la atmósfera. También la corteza de los troncos y las resinas influyen en la formación de hollín.
Por cierto: es muy recomendable que cada año se haga una limpieza a fondo por parte de un profesional.
2) Y segundo, porque si se prende, puede provocar fuego en el interior de la chimenea.