• Asignatura: Historia
  • Autor: Kellylp7408
  • hace 9 años

1 .elabora una biografía de kaiser guillermo I 2. ¿que paises tomaron parte de la conferencia de algeciras? ¿ cuales fueron los principales acuerdos de dicha conferencia? 4.elabora un mapa de europa , señala la península Balcánica y explica su importancia geopolítica

Respuestas

Respuesta dada por: danielcolin566
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Guillermo (apodado Willy en familia) nació el 27 de enero de 1859 en Berlín. Era el hijo mayor del Príncipe Federico de Prusia y de su esposa, Victoria. Su abuelo paterno, Guillermo de Prusia era el hermano y heredero del rey Federico Guillermo IV de Prusia, que no tenía hijos. A su muerte en 1861 Guillermo heredó la corona prusiana y Federico, padre del futuro Guillermo II, se convirtió en príncipe heredero. La madre de Guillermo II era la hija mayor de la Reina Victoria y del Príncipe Alberto, así como la tía de la futura zarina de Rusia Alejandra Fiódorovna, esposa del último zar Nicolás II, y hermana de Eduardo VII del Reino Unido.

El parto fue difícil, y como consecuencia de ello el bebé nació con una deformidad en el brazo izquierdo, que los médicos de la corte berlinesa intentaron corregir en vano. Esta deformación consistía en una hipotrofia relativamente leve aunque visible. Guillermo la ocultaría celosamente durante toda su vida bajo uniformes militares y poses estudiadas de antemano, como se puede observar en varias fotografías de la época.

En su juventud, Guillermo estuvo muy enamorado de una de sus primas de Darmstadt, Ella von Hesse o futura Isabel Fiódorovna e intentó por todos los medios conquistarla sin éxito. El rechazo de Isabel se debió principalmente a los modales bruscos y poco atinados del entonces príncipe de Prusia. Nunca la olvidó. En su lugar, se casó el 27 de febrero de 1881, siendo príncipe de Prusia, con la princesa Augusta Victoria de Schleswig-Holstein (1858-1921), con la que tuvo siete hijos.

Ascenso al trono y reinado entre 1888 y 1900[editar]

A la muerte de su padre, quien solo reinó durante 99 días, el 15 de junio de 1888, Guillermo II accedió al trono alemán.

Aunque en su juventud Guillermo había sido un gran admirador de Otto von Bismarck, la impaciencia característica de su personalidad y sobre todo la determinación por su parte de reinar y administrar al mismo tiempo –a diferencia de su abuelo, que solía encargar la administración diaria al brillante Bismarck– lo llevó rápidamente a un conflicto con el «Canciller de Hierro», la figura dominante en la fundación de su imperio. El viejo canciller creía que Guillermo II era un hombre ligero, que podía ser dominado, y mostraba respeto por las ambiciones de este en la década de 1880. Después de un intento de su parte de introducir una ley antisocialista de largo alcance a principios de la década de 1890, la separación final entre el monarca y el estadista ocurrió pronto. Guillermo II no estaba dispuesto a iniciar su reinado con una masacre al por mayor de trabajadores industriales, y despidió a Bismarck en 1890.

Guillermo II designó entonces en su lugar a Leo von Caprivi, que posteriormente fue sustituido por el Príncipe Chlodwig zu Hohenlohe-Schillingsfürst en 1894. Al designar a Caprivi y luego a Hohenlohe, Guillermo II se embarcaba en lo que se conoce como «el nuevo curso», por medio del cual esperaba ejercer una decisiva influencia en el gobierno del imperio. Los historiadores debaten acerca del grado de éxito que tuvo Guillermo II al implantar el «gobierno personal» en su época. Pero queda clara la diferencia que existía entre la corona y el canciller en el período de Guillermo II. Estos cancilleres eran servidores civiles veteranos, no eran hombres de estado, políticos, como Bismarck lo fue. Guillermo II quiso evitar el resurgimiento de Bismarck, el «Canciller de Hierro», a quien había llegado a detestar, llamándolo «viejo grosero y aguafiestas». Bismarck jamás había permitido a ningún ministro ver en persona al emperador sin estar él presente, manteniendo así su influencia y su poder político. Después de su retiro forzado, hasta el día de su muerte, Bismarck se convirtió en un duro crítico de las políticas de Guillermo II, pero sin el apoyo del árbitro supremo de todas las designaciones políticas (el emperador), había poca oportunidad para que el viejo canciller pudiera ejercer alguna influencia.

Lo que sí logró Bismarck fue la creación del «Mito Bismarck». Esta visión (que algunos dirían que fue confirmada por sucesos posteriores) sostenía que con el despido de Bismarck, Guillermo II había deshecho cualquier posibilidad de que Alemania tuviera un gobierno estable y efectivo. Desde este punto de vista, el «nuevo curso» de Guillermo II se caracterizó por el descontrol del gobierno alemán, eventualmente conduciendo a la nación por una serie de crisis hasta los horrores de las dos guerras mundiales. Pero en realidad, Guillermo II estuvo probablemente en lo correcto al despedir a Bismarck, un hombre cuyas habilidades políticas estaban disminuyendo y que se había vuelto peligrosamente hostil con los elementos socialistas dentro del Reich.

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