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Ex-Capitán del Ejército Peruano, fue expulsado de componente en 1976, juzgado y sentenciado por un tribunal militar, cuando la inteligencia militar peruana descubrió que Montesinos era agente de la CIA desde 1974. El cargo fue abandono de destino, pues se fue sin permiso a los EE.UU., a conversar con oficiales del Pentágono, del Consejo de Seguridad Nacional y de la CIA.
Según versiones de algunos militares peruanos, Montesinos vendió a los EE.UU. "la lista completa de armamento soviético del Perú, la lista de las nuevas adquisiciones de armas y planes de contingencia para una posible guerra con el Chile de Pinochet". El general Sinesio Jarama dice: "creo que sí traicionó a la patria".[1]
Por esas versiones fue procesado ante el Fuero Privativo Militar y en noviembre de 1984 el Consejo de Guerra de la Segunda Zona Judicial del Ejército SOBRESEYÓ la causa al no haberse acreditado ninguno de los hechos investigados ni la responsabilidad penal de Montesinos y al elevar el expediente a la instancia superior, en enero de 1985 el Consejo Supremo de Justicia Militar confirmó dicho SOBRESEIMIENTO, quedando así el proceso concluido definitivamente con el carácter de Cosa Juzgada, con cuyo pronunciamiento se demostró judicialmente la falsedad de todas esas versiones y la del propio general Sinesio Jarama.
Cuando se graduó de abogado, Montesinos defendió a narcotraficantes colombianos y peruanos, entre otros a uno de los capos del cartel de Medellín, Evaristo Porras Ardila, que luego fugó de la prisión. El expediente de Porras desapareció del Poder Judicial. Cuando se investigó quién fue el abogado de Porras Ardila, se constató que fue el abogado Magno Romero Díaz y no Montesinos. Asimismo, Montesinos estuvo también vinculado a la defensa legal de los generales de la Policía comprometidos en el caso de Reynaldo Rodríguez, (a) "El Padrino".[1] En mayo de 1993, el general Rodolfo Robles acusó al grupo Colina de ser autor del secuestro y asesinato de 9 estudiantes y un profesor de La Cantuta, y al hombre fuerte del Servicio de Inteligencia Nacional, Vladimiro Montesinos, de ser el jefe de ese grupo. Después se comprobó que los miembros de ese escuadrón de la muerte eran los autores del crimen[1] del cual fue condenado como autor mediato el presidente Alberto Fujimori Fujimori.
Luego al ganar Alberto Fujimori las elecciones presidenciales de 1990, Fujimori designa a Montesinos como Jefe del Servicio de Inteligencia Nacional del Perú (SIN), Consejero de Seguridad del Gobierno y el principal asesor presidencial entre 1990 y el año 2000. Identificado como la «eminencia gris» del gobierno del Presidente Alberto Fujimori, Montesinos fue responsable en gran medida de la política contra el terrorismo que se aplicó en el Perú durante el decenio fujimorista, pero también se dice fue el fundador del Grupo Colina una entidad paramilitar, implementada en genocidios, violaciones a los Derechos Humanos y terrorismo de estado.
Montesinos ha conducido desde el Servicio de Inteligencia Nacional las operaciones de inteligencia que lograron la capitulación de Abimael Guzmán Reinoso (a) Gonzalo; y posteriormente, la división o escisión de Sendero Luminoso en dos bloques antagónicos entre sí. Con estas acciones generó un cisma doctrinario, organizacional y operativo en esta red terrorista.
Asimismo, Montesinos organizó el Sistema de Contrainteligencia (SICON) como el "sistema inmunológico" del Estado peruano con el cual ha dirigido las operaciones de contrainteligencia que neutralizaron las acciones encubiertas de espionaje desarrolladas en la década de 1990 por la inteligencia militar chilena para vulnerar la Seguridad Nacional del Perú. Y no lo lograron, pues no pudieron reclutar a ningún espía a favor suyo.
Envuelto en numerosas acusaciones de corrupción, narcotráfico (de cuyos cargos fue absuelto por el Poder Judicial), asesinatos selectivos, desapariciones forzadas, organizar grupos paramilitares que operaban al margen de la ley Grupo Colina, Grupo Zeus, Grupo Júpiter, etc, ventas ilegales de armas a grupos terroristas como las FARC[2] y la OLP, compra de políticos opositores a Fujimori y escándalos de utilizar las instalaciones del Servicio de Inteligencia Nacional para orgías sexuales, el asesor presidencial fujimorista, Montesinos usó su posición como agente de la CIA infiltrado dentro del régimen del Presidente Alberto Fujimori, para mediante intimidaciones, chantajes, acciones cuestionables e ilícitas, acumular más poder incluso que el propio Fujimori y beneficiarse económicamente, en una escala nunca antes vista en la Historia republicana del Perú.
Según versiones de algunos militares peruanos, Montesinos vendió a los EE.UU. "la lista completa de armamento soviético del Perú, la lista de las nuevas adquisiciones de armas y planes de contingencia para una posible guerra con el Chile de Pinochet". El general Sinesio Jarama dice: "creo que sí traicionó a la patria".[1]
Por esas versiones fue procesado ante el Fuero Privativo Militar y en noviembre de 1984 el Consejo de Guerra de la Segunda Zona Judicial del Ejército SOBRESEYÓ la causa al no haberse acreditado ninguno de los hechos investigados ni la responsabilidad penal de Montesinos y al elevar el expediente a la instancia superior, en enero de 1985 el Consejo Supremo de Justicia Militar confirmó dicho SOBRESEIMIENTO, quedando así el proceso concluido definitivamente con el carácter de Cosa Juzgada, con cuyo pronunciamiento se demostró judicialmente la falsedad de todas esas versiones y la del propio general Sinesio Jarama.
Cuando se graduó de abogado, Montesinos defendió a narcotraficantes colombianos y peruanos, entre otros a uno de los capos del cartel de Medellín, Evaristo Porras Ardila, que luego fugó de la prisión. El expediente de Porras desapareció del Poder Judicial. Cuando se investigó quién fue el abogado de Porras Ardila, se constató que fue el abogado Magno Romero Díaz y no Montesinos. Asimismo, Montesinos estuvo también vinculado a la defensa legal de los generales de la Policía comprometidos en el caso de Reynaldo Rodríguez, (a) "El Padrino".[1] En mayo de 1993, el general Rodolfo Robles acusó al grupo Colina de ser autor del secuestro y asesinato de 9 estudiantes y un profesor de La Cantuta, y al hombre fuerte del Servicio de Inteligencia Nacional, Vladimiro Montesinos, de ser el jefe de ese grupo. Después se comprobó que los miembros de ese escuadrón de la muerte eran los autores del crimen[1] del cual fue condenado como autor mediato el presidente Alberto Fujimori Fujimori.
Luego al ganar Alberto Fujimori las elecciones presidenciales de 1990, Fujimori designa a Montesinos como Jefe del Servicio de Inteligencia Nacional del Perú (SIN), Consejero de Seguridad del Gobierno y el principal asesor presidencial entre 1990 y el año 2000. Identificado como la «eminencia gris» del gobierno del Presidente Alberto Fujimori, Montesinos fue responsable en gran medida de la política contra el terrorismo que se aplicó en el Perú durante el decenio fujimorista, pero también se dice fue el fundador del Grupo Colina una entidad paramilitar, implementada en genocidios, violaciones a los Derechos Humanos y terrorismo de estado.
Montesinos ha conducido desde el Servicio de Inteligencia Nacional las operaciones de inteligencia que lograron la capitulación de Abimael Guzmán Reinoso (a) Gonzalo; y posteriormente, la división o escisión de Sendero Luminoso en dos bloques antagónicos entre sí. Con estas acciones generó un cisma doctrinario, organizacional y operativo en esta red terrorista.
Asimismo, Montesinos organizó el Sistema de Contrainteligencia (SICON) como el "sistema inmunológico" del Estado peruano con el cual ha dirigido las operaciones de contrainteligencia que neutralizaron las acciones encubiertas de espionaje desarrolladas en la década de 1990 por la inteligencia militar chilena para vulnerar la Seguridad Nacional del Perú. Y no lo lograron, pues no pudieron reclutar a ningún espía a favor suyo.
Envuelto en numerosas acusaciones de corrupción, narcotráfico (de cuyos cargos fue absuelto por el Poder Judicial), asesinatos selectivos, desapariciones forzadas, organizar grupos paramilitares que operaban al margen de la ley Grupo Colina, Grupo Zeus, Grupo Júpiter, etc, ventas ilegales de armas a grupos terroristas como las FARC[2] y la OLP, compra de políticos opositores a Fujimori y escándalos de utilizar las instalaciones del Servicio de Inteligencia Nacional para orgías sexuales, el asesor presidencial fujimorista, Montesinos usó su posición como agente de la CIA infiltrado dentro del régimen del Presidente Alberto Fujimori, para mediante intimidaciones, chantajes, acciones cuestionables e ilícitas, acumular más poder incluso que el propio Fujimori y beneficiarse económicamente, en una escala nunca antes vista en la Historia republicana del Perú.
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